El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez Zuluaga, lideró la ceremonia de graduación de la segunda cohorte de 2025 del programa Parceros, una iniciativa estratégica distrital enfocada en la protección de la niñez y la juventud frente a las estructuras criminales. Durante el evento, que congregó a cerca de 6.000 personas en el Centro de Eventos La Macarena, el mandatario local calificó al proyecto como uno de los mejores programas en América Latina y el mundo para luchar contra la ilegalidad. En esta ocasión, 3.300 niñas, niños, adolescentes y jóvenes recibieron su certificación tras completar un proceso integral de formación y acompañamiento psicosocial.
El programa Parceros busca intervenir directamente en las poblaciones más vulnerables para alejarlas de los riesgos de instrumentalización por parte de los grupos delincuenciales organizados que operan en la ciudad. Según las cifras presentadas por la administración, en Medellín existen cerca de 350 combos con alrededor de 12.000 miembros, quienes reclutan activamente a menores de edad para involucrarlos en economías criminales como la venta de drogas, la extorsión y la explotación sexual. Estudios territoriales indican que estas estructuras llegan a captar entre el 8% y el 10% de los estudiantes de los grados séptimo y octavo, lo que subraya la urgencia de estas intervenciones preventivas.
Los resultados de esta nueva cohorte evidencian el impacto social de la estrategia, logrando que 1.067 jóvenes se vincularan a procesos de educación formal y cursos de formación, mientras que 438 participantes accedieron a empleos formales. La metodología del programa incluye estrategias psicosociales, actividades artísticas y deportivas, fomento al emprendimiento y prevención del consumo de sustancias, ofreciendo alternativas a jóvenes que anteriormente enfrentaban inestabilidad residencial, deserción escolar o presiones directas de actores armados.
Desde el año 2024, Parceros ha atendido a más de 8.000 beneficiarios, consolidando una cifra de 6.625 graduados, entre los que se incluyen 357 personas privadas de la libertad que culminaron exitosamente su proceso. En el acumulado de su gestión, la iniciativa ha permitido que 1.103 personas consigan empleo, 3.466 se acerquen a oportunidades educativas, 72 obtengan becas y 466 se formen en emprendimiento. El alcalde Gutiérrez enfatizó que el objetivo central es que los graduados construyan un proyecto de vida sólido y le digan «no» a la ilegalidad, apoyados por un despliegue de gestores que identifican barrio por barrio a los menores en riesgo.
Tras la certificación, los beneficiarios continuarán vinculados a las rutas institucionales de la Alcaldía de Medellín para garantizar la sostenibilidad de sus procesos. La administración distrital mantendrá un monitoreo permanente y una intervención comunitaria articulada con aliados empresariales y sociales, con el fin de cerrar las puertas al reclutamiento criminal y fortalecer la resiliencia y las habilidades para la vida de esta población. Este esfuerzo interinstitucional es coordinado entre las secretarías de Seguridad y Juventud, en alianza con el sector privado y organizaciones sociales.
