Por: Federico Senior
Desde que iniciaron las encuestadoras a medirle el aceite a la opinión acerca de lo que se prevé sucedería en las próximas elecciones presidenciales, ha tomado la delantera la periodista Vicky Dávila, seguida muy a la rueda por el eterno candidato Sergio Fajardo.
Aunque las cifras del último sondeo son aún muestra preliminar, si van mostrando claras determinaciones que la gente al parecer ya ha tomado, a vuelo de pájaro podríamos concluir que se esta notando por un lado un hastío hacia los personajes que representan al establecimiento, ante todo en lo que llaman derecha, los ejemplos son evidentes, ni la Cabal, ni la Valencia, ni Barbosa, o Miguelito Uribe o Juan Manuel Galán, o Juan Daniel Oviedo, o David Luna muestran números relevantes, el resto ni siquiera suma, al parecer el sentimiento es de alguna manera, el cobro de una cuenta pendiente que tiene el pueblo, ante el desastre de los gobiernos de Santos y Duque, muy a pesar del presidente Uribe, quien sigue manteniendo una elevada aceptación y se le está viendo como el verdadero “salvador” del país, estos datos dejan entrever un serio mensaje, por favor presidente, si va a escoger, piénselo bien, no vayamos a repetir lo de Oscar Iván, sabemos que Uribe es el único verdadero estadista vigente en la fecha, que sabe gobernar, que conoce al pueblo y al país entero, que de paso le cabe varias veces en la cabeza, que a la edad que tiene y con la tremenda experiencia acumulada, es la persona más indicada para señalar el camino a seguir, pero, el asunto es más complejo aún, veamos.
Por debajo de la Dávila esta Fajardo, pareciera increíble, que este insondable personaje, que no ha podido ni calentar ni enfriar sus aguas, permaneciendo siempre tibio, anda empatado en el segundo lugar con Bolívar, de ahí hacia abajo aparece de todo, de orígenes y pelambre, pero ninguno con el suficiente peso específico para consolidar candidatura y sin la connotación que sigue surgiendo como la mejor opción, la de ser un “out sider”, al estilo Milei. Así que esa lista lo que muestra es que el único caso, que aparenta estar teniendo eco en la opinión es el de la Dávila.
Nada bueno es que esto este sucediendo, la Señora Dávila que de sobra tiene mi admiración y respeto, como dama y como periodista, lejos, muy lejos está de ser la persona que se necesita, la situación del país, el diagnóstico de ésta es de ingreso urgente a cuidados intensivos ante la indetenible degeneración de todos y cada uno de los órganos del Estado.
Si seguimos hacia abajo el orden del resultado de esta última encuesta, como lo decía antes, no encontramos nada, así que por ahí no es la cosa, aunque suene apocalíptico, cualquiera de los nombrados en el sondeo, no es, simplemente, no es.
No estamos para juegos, ni arengas, ni explosivas entrevistas, ni “shows” mediáticos, no, urge convocar a las fuerzas vivas del país, al sector productivo, al empresariado (todo, desde los tenderos hasta los banqueros) a la sociedad civil toda, para plantear la imperativa necesidad de repensarnos como nación, definir si lo que deseamos es una República, elegir al Capitán que nos lleve a buen puerto, habiendo reclutado a la tripulación correcta, no podemos correr riesgos, ya el tiempo nos alcanzó, las alarmas están encendidas, lo malo a hoy, es que les estamos haciendo oídos sordos, y todos aquellos con algo de influencia en la opinión, están esperando que otro lo resuelva, la prensa, los gremios, los sindicatos, el pueblo en general, sabe que el barranco está cerca, y que la tierra que pisamos hoy, es resbaladiza e inestable, y los coros que se escuchan, por un lado son una soporífera letanía de quejas, críticas y demandas, y por el otro, la defensa a ultranza de todo el actuar del gobierno, aún y a pesar del cacareado consejo de ministros puesto en escena, que de genuino tuvo, el mismo nivel que el “reality” La Casa de los famosos, donde todo obedeció a la burda interpretación de un premeditado libreto.
Algo que no ayuda mucho al ánimo de los dirigentes a ponerse de acuerdo (lo cual implica “per se” paliar pretensiones y apaciguar egos) a encontrar ese líder, es el hecho que de segundo en las encuestas está el impresentable Bolívar, oscuro personaje, padrino de la primera línea, nefasto en todas sus aristas, pero, con imagen y precedencia de perdedor por el pésimo resultado que obtuvo en las elecciones para la Alcaldía de Bogotá, fortín de izquierda, pero como están dándolo como la ficha de Petro, concluyen que es un postulante fácil de derrotar aún si la oposición se presentare dividida, el problema es que nadie sabe cuál es la estrategia del presidente para perpetuar en el poder su insensato, incoherente y descabellado proyecto, incluida dentro de su táctica, la de permanecer él en el poder, hecho que no podemos dejar de tener como al menos del más profundo deseo de Gustavo Francisco Petro.
Colofón: la punteada de la Dávila en las encuestas no es sino el síntoma inequívoco de que la población está poseída por dos ideas, una, no queremos más de lo mismo, dos, no hay con quien y es ahí en donde aparece la atractiva belleza de Vicky, con su incuestionable don de la palabra y su cautivante vehemencia, mostrándose como una opción nueva, que puede estar gustando por ser un espejo de la María Corina, ayudada por el gobierno actual, el cual le regala a diario un hecho diferente, calificable de escándalo o ridículo que le permite controvertir con sensatez, las estupideces del gobernante y su séquito de ineptos, hechos que no la avalan para que sea nuestra designada a ganar las próximas elecciones presidenciales, ella no es y no debemos cesar en la búsqueda de la persona que en verdad pueda echarse este bacalao a cuestas e impida que resbalemos hacia el precipicio.