El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha anunciado la suspensión de los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) tras una serie de ataques violentos en la región del Catatumbo. A través de su cuenta en la plataforma X (anteriormente Twitter), el mandatario expresó: «Lo que ha cometido el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra».
En el comunicado, Petro afirmó que el proceso de diálogo con este grupo armado queda suspendido. “El ELN no tiene ninguna voluntad de paz”, sentenció, dejando en evidencia la frustración del gobierno ante la falta de compromiso por parte de la guerrilla.
La región del Catatumbo, en el norte de Santander, ha sido escenario de una escalada de violencia que incluye una masacre en Tibú, donde una pareja y su bebé fueron asesinados, además del homicidio de cuatro firmantes del acuerdo de paz con las FARC. Estos hechos han sido calificados por Petro como inaceptables en el marco de las negociaciones.
Esta no es la primera vez que el gobierno suspende las conversaciones con el ELN. En septiembre de 2024, un ataque en Arauca, que dejó dos soldados muertos y 25 heridos, también llevó a la interrupción de los diálogos. En esa ocasión, Petro comparó el ataque con el atentado a la Escuela General Santander de 2019, afirmando que estas acciones destruyen los procesos de paz.
Organizaciones sociales e internacionales han alzado su voz en defensa de la población civil afectada por la expansión territorial de grupos armados ilegales en Colombia. Human Rights Watch y otras entidades han denunciado que la violencia y los abusos cometidos en zonas como el Catatumbo representan una amenaza para los derechos humanos y la estabilidad en el país.
La política de «paz total» impulsada por el presidente Petro enfrenta uno de sus mayores desafíos. La suspensión de los diálogos con el ELN refleja la necesidad de replantear estrategias para garantizar que los grupos armados cumplan con los compromisos de cese al fuego y respeto por la población civil.
Por ahora, la continuidad de las negociaciones dependerá de acciones concretas que demuestren la verdadera voluntad de paz por parte del ELN, un requisito indispensable para retomar el camino hacia una Colombia libre de conflicto armado.