Este martes, 14 de enero de 2025, la Casa Blanca anunció la retirada de Cuba de la lista de países que patrocinan o apoyan el terrorismo. La secretaria de prensa, Karen Jean-Pierre, explicó que esta medida forma parte de la política de la Administración Biden-Harris para empoderar al pueblo cubano y promover el respeto por los derechos humanos.
«Desde el inicio de la Administración Biden-Harris, la política de Estados Unidos hacia Cuba se ha centrado en empoderar al pueblo cubano para que determine libremente su propio futuro y en promover el respeto por los derechos humanos», señaló Jean-Pierre en un comunicado. «Este propósito único ha guiado nuestras políticas para reunificar a las familias cubanas, fortalecer los lazos culturales y educativos entre Cuba y Estados Unidos, permitir que las remesas fluyan con mayor libertad hacia el pueblo cubano y aumentar el apoyo a los emprendedores independientes en Cuba».
La decisión de retirar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo implica el levantamiento de varias sanciones impuestas anteriormente, facilitando así las relaciones bilaterales y el flujo de recursos hacia la isla. Esta medida también responde a las solicitudes de diversos socios internacionales y busca facilitar la liberación de presos cubanos con la mediación del Vaticano.
Sin embargo, la medida ha generado críticas por parte de algunos sectores políticos en Estados Unidos. El senador republicano Ted Cruz expresó su desacuerdo, argumentando que la decisión podría debilitar la posición de Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo.
Por su parte, el gobierno cubano ha recibido positivamente la noticia, aunque ha manifestado que aún se requieren más cambios, como el levantamiento del embargo económico, para lograr una normalización completa de las relaciones entre ambos países.
Esta acción marca un paso significativo en la política exterior de Estados Unidos hacia Cuba, reflejando un cambio en la estrategia para fomentar el diálogo y el respeto por los derechos humanos en la isla.