En el marco del año jubilar 2025, cuyo lema es «Peregrinos de la esperanza», la Conferencia Episcopal de Colombia, a través de monseñor Héctor Fabio Henao, ha hecho un llamado contundente a la sociedad y al gobierno para humanizar las condiciones de las cárceles y centros de detención transitorios en el país.
Monseñor Henao, delegado de la Conferencia Episcopal para las relaciones Iglesia-Estado, subrayó la urgencia de abordar la problemática del hacinamiento en las cárceles y estaciones de policía. «En nuestro país es urgente por las condiciones de hacinamiento, inhumanas y degradantes que vive una parte de la población privada de la libertad», afirmó.
Además, señaló que el sobrecupo en centros transitorios de detención, como estaciones de policía, representa una grave vulneración a los derechos fundamentales de los detenidos, quienes enfrentan condiciones que calificó como “altamente preocupantes”.
Inspirado en el gesto del Papa Francisco al abrir la Puerta Santa de la cárcel de Rebibbia en Roma, monseñor Henao destacó la importancia de mantener la esperanza como un ancla que une a la sociedad. “Este año jubilar nos invita a reflexionar sobre la dignidad humana y la necesidad de transformar las condiciones en que viven las personas privadas de la libertad”, expresó.
La Conferencia Episcopal también hizo un llamado enérgico para que los grupos armados ilegales liberen de manera inmediata y sin condiciones a los secuestrados que aún mantienen en su poder. «Este año santo de la esperanza debe ser una oportunidad para insistir en que las personas retenidas sean liberadas, devolviéndoles su derecho a la libertad», agregó el prelado.
La Iglesia Católica, en este año santo, reitera su compromiso con los más vulnerables y extiende una invitación a toda la sociedad colombiana para asumir el reto de humanizar los sistemas penitenciarios y trabajar por la reconciliación nacional.
El mensaje de monseñor Héctor Fabio Henao busca movilizar a los colombianos hacia un cambio estructural que permita construir un país más justo y solidario, en el que la dignidad humana sea respetada en todos los ámbitos.
