Este sábado 23 de agosto, alias Iván Mordisco, comandante del Estado Mayor Central (EMC) de las disidencias de las FARC, reapareció tras semanas en silencio con una carta pública cargada de declaraciones contundentes contra el presidente Gustavo Petro, tras la captura de su hermano, alias Mono Luis, en El Peñón, Cundinamarca.
En el escrito, Mordisco acusa al gobierno de Petro de ser «tímido» y afirma que este estilo de administración “hace mucho daño a Colombia”. Lo describe además con dureza: “actúa con despotismo y arrogancia” y lo compara con el anterior mandato de Álvaro Uribe, evocando épocas de “falsos positivos”.
La misiva se vuelve aún más agresiva al enunciar que el mandatario debe decidir si está con «Dios o con el diablo», acusándolo también de ensañarse con las familias de guerrilleros y calificando la justicia colombiana como ineficaz, mientras expresa su confianza en una “justicia revolucionaria”.
Sobre la captura de su hermano, acusado de narcotráfico y apoyo logístico al EMC, Mordisco advierte que no se rendirá y lanza una amenaza velada: “si usted lo desea, acabe con el resto de mi familia”. Denuncia además una persecución sistemática hacia los familiares de combatientes, afirmando no creer en la justicia del Estado.
El comunicado refleja una escalada retórica con posibles implicaciones en el escenario de seguridad. La burla a los diálogos de paz como una “estrategia de guerra” y la disposición a continuar la lucha armada auguran un recrudecimiento del conflicto.
Este hecho se da en un contexto general de creciente violencia en Colombia, como evidencian recientes atentados atribuidos a disidencias del EMC, como los ataques en Cali y Antioquia, que han cobrado múltiples vidas y desencadenado respuestas firmes desde el gobierno.
