La elección de Robert Francis Prevost como el nuevo Papa, bajo el nombre de León XIV, ha revelado una curiosa coincidencia que une su historia con la de su predecesor, el Papa Francisco. Ambos comparten un inesperado lazo con el club de fútbol San Lorenzo de Almagro, aunque desde perspectivas distintas y sorprendentes.
Mientras que el Papa Francisco fue un ferviente hincha del San Lorenzo argentino, incluso ostentando el carné de socio número 88.235, León XIV, nacido en Chicago, pasó más de 15 años en Chiclayo, Perú, donde existe un club de fútbol llamado Club Social Deportivo San Lorenzo de Almagro. Este equipo, fundado el 28 de marzo de 1928, adoptó los mismos colores y un escudo similar al del club argentino, y es conocido localmente como los «Santos del Cercado».
La conexión no termina ahí. El clásico rival del San Lorenzo de Chiclayo es el Boca Juniors de Chiclayo, replicando la histórica rivalidad entre San Lorenzo y Boca Juniors en Argentina. Estos equipos se enfrentan en el denominado «Clásico Chiclayano», una tradición futbolera que refleja la influencia del fútbol argentino en la región .
Durante su primer discurso como Papa, León XIV recordó con cariño su tiempo en Chiclayo, saludando a su antigua diócesis y destacando la importancia de la comunidad en su formación espiritual. Aunque no se ha pronunciado sobre su relación con el club local, la coincidencia ha generado entusiasmo entre los fieles y aficionados al fútbol, quienes ven en este hecho una señal de continuidad y conexión entre los dos pontífices.
La historia de León XIV y su vínculo con San Lorenzo de Chiclayo añade una dimensión humana y cultural al papado, mostrando cómo el deporte puede ser un puente entre diferentes culturas y generaciones. En un mundo cada vez más interconectado, estas coincidencias nos recuerdan que las pasiones compartidas pueden unir incluso a las figuras más prominentes de la sociedad.
