Por: Aldrin García Balvin – Director Totus Noticias
En la era digital, las redes sociales, especialmente X (anteriormente Twitter), se han convertido en una herramienta esencial para los líderes mundiales. Sin embargo, su uso requiere una estrategia cuidadosa, especialmente cuando se trata de relaciones diplomáticas.
Recientemente, hemos sido testigos de una confrontación entre el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, que ejemplifica los riesgos de una comunicación impulsiva en plataformas como X (Twitter).
El presidente Petro, en un acto de protesta, rechazó la entrada de aviones estadounidenses con deportados, argumentando la necesidad de un trato digno para los migrantes. Esta decisión fue comunicada y defendida a través de sus trinos, donde también sugirió reemplazar los productos norteamericanos por nacionales en respuesta a las sanciones impuestas por Estados Unidos.
Por su parte, el presidente Trump respondió con la imposición de aranceles del 25% a los productos colombianos y otras sanciones diplomáticas, medidas que también fueron anunciadas y justificadas en sus publicaciones en X (Twitter).
Esta escalada de tensiones, amplificada por declaraciones en X (Twitter), llevó a una crisis diplomática que, aunque finalmente se resolvió con la aceptación por parte de Colombia de los términos de Estados Unidos, dejó en evidencia las consecuencias de una comunicación apresurada y poco estratégica.
La comparación entre los estilos de publicar en X (Twitter) de ambos mandatarios es reveladora. Mientras Trump utiliza la plataforma para reafirmar su postura firme y nacionalista, Petro lo emplea para expresar sus ideales progresistas y de justicia social. Sin embargo, en este caso, la falta de una estrategia comunicacional clara por parte de Petro llevó a una confrontación que pudo haberse manejado de manera más diplomática.
Es fundamental que los líderes comprendan el poder y las implicaciones de sus palabras en X (Twitter). Una publicación puede fortalecer alianzas o desencadenar conflictos. La inmediatez de estas plataformas no debe ser excusa para la impulsividad. Antes de publicar, es crucial considerar las posibles repercusiones y asegurarse de que el mensaje esté alineado con una estrategia diplomática y comunicacional bien definida.
La diplomacia en la era digital exige una comunicación responsable y estratégica. Los líderes deben ser conscientes de que, aunque X (Twitter) ofrece una vía directa para llegar a la ciudadanía, también conlleva riesgos significativos si no se utiliza con prudencia. La reciente confrontación entre Petro y Trump es una lección sobre la importancia de pensar antes de escribir, antes de publicar.
