El Vaticano informó en la tarde de este domingo 2 de marzo que las condiciones clínicas del Papa Francisco “se han mantenido estables” durante todo el día. Los médicos han confirmado que no hay consecuencias directas en su estado de salud tras la crisis respiratoria que sufrió el pasado viernes.
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, explicó que el Santo Padre “no ha requerido ventilación mecánica no invasiva, sino únicamente oxigenoterapia de alto flujo” y que “continúa apirético”, es decir, sin fiebre.
Este es el segundo día consecutivo en el que el Pontífice se mantiene estable después de haber sufrido una crisis de broncoespasmo que le provocó un episodio de vómito por inhalación, obligándolo a recibir ventilación mecánica no invasiva.
Los médicos señalaron el sábado que la crisis había sido superada y que los análisis no mostraron signos de leucocitosis, un aumento anormal en los glóbulos blancos que indicaría una infección. Sin embargo, el pronóstico sigue siendo reservado debido a la complejidad de su cuadro clínico.
Aunque el Papa Francisco muestra signos de mejoría, fuentes vaticanas advierten que su estado de salud sigue siendo delicado y que podrían presentarse nuevas complicaciones en los próximos días.
A pesar de su hospitalización, el Pontífice ha continuado con su vida espiritual. “Esta mañana, el Santo Padre participó en la Santa Misa junto a quienes lo cuidan durante estos días de hospitalización y, posteriormente, alternó el descanso con la oración”, detalla el comunicado del Vaticano.
La comunidad católica sigue atenta a su evolución y en oración por su pronta recuperación.
