El Departamento de Estado de los Estados Unidos ha divulgado documentos que implican al presidente venezolano, Nicolás Maduro, en una presunta alianza con las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para coordinar actividades de tráfico de drogas hacia Norteamérica.
Según las investigaciones, esta relación, que se remonta a principios de la década de 2000, involucró al denominado Cartel de Los Soles, supuestamente liderado por Maduro, y a líderes de las FARC como alias Iván Márquez y Jesús Santrich.
La Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York sostiene que Maduro dirigió operaciones del Cartel de Los Soles en colaboración con las FARC, facilitando el transporte de grandes cantidades de cocaína hacia Estados Unidos y el intercambio de drogas por armamento militar.
Los documentos revelan que miembros de las FARC y del Cartel de Los Soles habrían pagado sobornos a funcionarios venezolanos, incluidos Maduro y otros altos cargos, para acceder a puertos comerciales y obtener datos de radar aéreo y marítimo que facilitaran el transporte de drogas.
En 2003, el Cartel de Los Soles habría entregado 300.000 dólares a Jesús Santrich para establecer un campamento de las FARC en Apure, Venezuela, destinado al procesamiento de cocaína.
Como parte de las acciones contra estas actividades ilícitas, Estados Unidos ha incrementado la recompensa por la captura de Nicolás Maduro a 25 millones de dólares.
Además, se han impuesto sanciones a funcionarios venezolanos que apoyan la represión de Maduro y su reclamo ilegítimo del poder.
Estas revelaciones refuerzan las acusaciones de que el régimen de Maduro ha utilizado el narcotráfico como herramienta para financiar sus operaciones y mantener el control en Venezuela, en colaboración con grupos armados como las FARC.
La comunidad internacional sigue de cerca estas denuncias, que podrían tener implicaciones significativas en las relaciones diplomáticas y en las estrategias para combatir el narcotráfico en la región.