Por: Ramón Elejalde Arbeláez
Don Juan Henry White Blake, quien al nacionalizarse colombiano adoptó el nombre de Juan Henrique White o Juan H. White, fue un prestigioso ingeniero, quien después de formarse como profesional en la reconocida Universidad de Oxford, llegó a Colombia, por Buenaventura, a la edad de 24 años. Había nacido el 2 de abril de 1846 en la ciudad de Cowes, Isla de Wight, Inglaterra, hijo de Thomas White, un reconocido constructor de barcos y Luisa Blake. Su desembarco en nuestra patria lo hizo en compañía de su señora madre y sus hermanos Robert y Franklin. De esta expedición perduraron en su empeño don Juan H. y Franklin, los demás regresaron a Inglaterra, huyendo de las inclemencias del trópico.
Don Juan H. se dedicó inicialmente a cumplir un contrato con el Estado para realizar estudios de navegación en el Alto Cauca y en los Ferrocarriles del Pacífico, contrato que fue el motivo de su viaje a estas tierras. Rápidamente y debido a los incumplimientos estatales, don Juan Henrique optó por viajar a Antioquia, seguramente atraído por la riqueza minera y las obras de infraestructura que se desarrollaban en nuestro departamento. No abandonó la región pacífica, sin antes dejar para la posteridad el trazado de la carretera Cali-Buenaventura.
Su adaptación a la vida paisa fue rápidamente realizada, a pesar de sus posiciones progresistas, en un medio, como el antioqueño, demasiado conservador. Ejecutó innumerables obras sociales y humanitarias que le generaron el aprecio de su nueva tierra.
Juan H. White contrajo matrimonio con la distinguida dama de Rionegro, María Rita Eugenia Uribe Uribe. Su descendencia fue numerosa y educada en medio de principios ingleses y tradiciones antioqueñas. Los trabajos del ingeniero inglés en el occidente y el Urabá antioqueño, lo llevaron a vivir por períodos extensos lejos de su familia. Entre su distinguida descendencia, en el occidente antioqueño, recordamos con cariño a doña Gabriela White de Vélez, una de sus nietas y a Bernardo González White, historiador y numismático, fallecido hace pocos días y de quien tomamos mucha información para este escrito.
El nombre de don Juan H. White está ligado a la historia de Antioquia, fue el fundador de Dabeiba y trazó sus espaciosas y bellas calles, creó resguardos indígenas, impulsó la carretera al mar (Medellín-Turbo), defendió a los indígenas, trazó caminos, fue director general de Caminos en Antioquia, primer cónsul británico en Medellín, construyó la comunicación entre San Jerónimo y Ebéjico, diseñó y construyó los caminos entre Urrao y Frontino y entre Carmen de Atrato y Urrao,
Falleció en 1925 y en sus honras fúnebres aún retumba la frase del orador central, su amigo y colega, Francisco Rodríguez Moya, cuando afirmó que don Juan H. era “un antioqueño nacido en el exterior”. En su honor el aeropuerto de Caucasia y el colegio de secundaria de Dabeiba llevan su nombre y por muchos años en una esquina de su parque principal de este último municipio, existió un busto del ingeniero. Afirmó su panegirista Rodríguez Moya en su sepelio que: “Trabajó por más de 10 años en la red caminera del Departamento, con sin igual tesón, y allí me tocó ser su compañero casi todo ese tiempo y pude apreciar en su justo valor las capacidades de aquel cerebro lleno de datos y proyectos generosos, en medio de los planos, mapas, prospectos de vías terrestres y férreas, de todo aquello, en fin, que constituía el diseño de una Antioquia futura, a la que él dedicaba todos, pero completamente todos los latidos de su gran corazón; hasta el día en que hubo gobernantes que juzgaron demasiado el sueldo de $ 120 que se nos pagaba a cada uno, y el viejo, después de haber entregado a su patria adoptiva dos tercios de su fecunda vida, se recogió a morir sin amargura, olvidado en el centro mismo del pueblo que había ayudado a crear. Ahora duerme ya, integrará con su polvo el pueblo que amó, mientras llega la mano justiciera de la posteridad a escribir sobre una amplia avenida, sobre una plaza alegre, sobre una obra cualquiera de progreso, las letras de su limpio nombre, porque por lo menos a esa reparación tienen derecho, los que luchan por los demás, como él luchó.”
Mi artículo por cuanto el próximo 23 de septiembre se cumplen 100 años de la muerte de este gran hombre. Antioquia le debe un homenaje y Dabeiba y Frontino, igualmente.