El expresidente del Senado, Juan Diego Gómez, respondió con firmeza a las recientes declaraciones del presidente Gustavo Petro, quien lo vinculó públicamente con un abogado capturado en Medellín. A través de su cuenta en X, el mandatario señaló que Enrique León Machado sería “el abogado de confianza” del excongresista, generando una controversia que rápidamente escaló en redes sociales.
Petro afirmó que el jurista fue detenido en una propiedad administrada por la Sociedad de Activos Especiales (SAE), organismo encargado de bienes incautados al narcotráfico. Según el presidente, el abogado tendría una relación cercana con Gómez, insinuando un vínculo político y personal.
La reacción del exsenador no se hizo esperar. Gómez negó categóricamente cualquier relación con el detenido y lanzó fuertes críticas contra el mandatario. “Jamás he visto a ese señor, no es mi abogado. Si el precio de ser un Conservador 100% antipetrista es que usted cada 15 días me meta en un chisme nuevo, lo asumiré con gusto”, escribió en su perfil de X.
En un segundo mensaje, Gómez cuestionó directamente las prioridades del presidente y lo acusó de fabricar “cortinas de humo” para desviar la atención de problemas nacionales. “Presidente, usted es especialista en fabricar chismes. Más bien dedíquese a trabajar para liberar a los soldados secuestrados en el Huila. Lo noto asustado, pero le advierto: en 2026 vamos a derrotarlo”, afirmó.
Las declaraciones de Gómez fueron acompañadas de expresiones duras, entre ellas la invitación a Petro a que “cambie de jíbaro”, frase que generó eco en la opinión pública por su tono confrontacional. El exsenador insistió en que el jefe de Estado actúa más como “un periodista de chismes” que como presidente de la República, aludiendo a un estilo de comunicación que ha caracterizado los debates recientes del mandatario en redes sociales.
El cruce de acusaciones se suma a una serie de enfrentamientos verbales entre Petro y líderes de la oposición, en un contexto político marcado por tensiones de cara a los próximos comicios de 2026. Mientras el presidente continúa utilizando las redes sociales como escenario de debate, sus opositores aprovechan estas interacciones para reforzar su perfil político frente a la ciudadanía.
