Vistazo a los hechos: El país se está desangrando

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Por: Gabriel Zapata Correa 

Escandalosas las revelaciones de la secretaria de Seguridad Nacional del gobierno de Donald Trump, Kristi Noem, sobre cómo se desarrolló su reunión con el presidente Petro, durante su visita a Colombia.

Escandalosas porque en realidad ese encuentro no fue tan cordial como el presidente Petro les informó a los colombianos, y porque, además, ella misma le reveló a una periodista de NEWSMAX los detalles de esa reunión, que estaba programada para media hora, pero se extendió por hora y media.

Kristi Noem le dijo a la periodista que una reunión que debió demorarse media hora tardó más de hora y media.

“Diría que incluso mi visita a Colombia con el presidente Petro fue polémica. Fue una discusión polémica. Pero estas reuniones se establecieron para durar aproximadamente media hora. La de Colombia duró probablemente hora y media”. Y afirmó que el presidente duró aproximadamente media hora criticando a nuestro gobierno y otra media hora defendiendo criminales como los del tren de Aragua de quienes dijo, necesitan más amor y comprensión. “Y hablando de cómo se malinterpretaba a los miembros del Tren de Aragua, que en realidad solo eran personas que necesitaban más amor y comprensión”.

“También dijo que algunos de los miembros del Cartel son sus amigos y le dije que jamás legalizaremos las drogas en este país y que a sus amigos los mataremos.

“Y que si realmente pensaba que los miembros del Tren de Aragua necesitaban amor y comprensión le enviaría todos los que pudiera manejar para que pudiera amarlos más y ver lo que podía hacer para rehabilitar a esas criaturas malvadas”.

Estas afirmaciones del presidente Petro, nada menos que a la secretaria de Seguridad de Estados Unidos, precisamente en el contexto de todo lo que está pasando en el país en materia del desorden público, obviamente producen ira en todos los niveles de las gentes de bien. Porque el presidente Petro no puede reclamar amor y comprensión para los despiadados criminales del Tren de Aragua, mientras no modula una sola palabra para condenar el secuestro de cinco ganaderos en Arauca. Seguramente para no herir ni incomodar a los bandidos traquetos del ELN, quienes ya confesaron públicamente que respaldaron su campaña hacia la Presidencia de la República. Por eso prefiere el mandatario mirar para otro lado, mientras las comunidades son desangradas por las bandas traquetas criminales en el Catatumbo, Cauca, Chocó y Cauca, y mantienen el control territorial en más de 250 municipios del país.

El presidente Petro, que de bobo no tiene nada, no ha sido capaz de referirse al informe de 12 páginas de Human Rights Watch en el que se acusa a los grupos criminales del territorio de ejecutar a civiles desarmados, reclutar a la fuerza a niños y dirigir campos de trabajos forzados. O sea, campos de concentración como los que tuvo las Farc.

Los grupos armados que se disputan el control de la región colombiana del Catatumbo, rica en recursos naturales y fronteriza con Venezuela, están cometiendo graves violaciones de los derechos humanos, según el informe publicado por la ONG Human Rights Watch (HRW).

“Nuestras investigaciones apuntan a abusos generalizados contra la gente corriente”, declaró Juanita Goebertus, directora de la División de las Américas de HRW. Según la Defensoría del Pueblo de Colombia, más de 56.000 personas han sido desplazadas del Catatumbo desde el 16 de enero, cuando el Ejército de Liberación Nacional, ELN, lanzó una violenta ofensiva para reforzar su control sobre el territorio.

Los investigadores de HRW documentaron cómo el ELN entraba en las aldeas, sacaba a los residentes de sus casas y ejecutaba a los acusados de apoyar a facciones rivales, incluidas las FARC, un grupo disidente de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC.

En algunas comunidades, los supervivientes informaron de que habían matado a campesinos delante de sus familiares. Otros denunciaron que las disidencias de las FARC-EMC gestionaban campos de trabajos forzados, donde los acusados de colaborar con el ‘enemigo’ eran obligados a cortar caña de azúcar durante más de 12 horas al día.

El informe de HRW se basa en entrevistas con 65 personas, entre residentes desplazados, trabajadores humanitarios y funcionarios judiciales.

Y el informe del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) no se queda atrás en sus revelaciones. En el más reciente informe afirma que la falta de respeto a las normas del DIH ha alcanzado niveles alarmantes. En el año pasado, el organismo documentó 382 presuntas violaciones al DIH, de las cuales un 44% estuvo dirigido contra la vida y la integridad física y mental de las personas protegidas. Otro 33% estuvo relacionado con la conducción de las hostilidades, mientras que el 23% restante afectó el acceso a bienes y servicios esenciales.

El país se está desangrando en el marco de la Paz Total, el secuestro volvió a las peores épocas y el miedo se ha vuelto a apoderar de las ciudades y del campo. ¿Y dónde está el presidente? Reclama amor por el Tren de Aragua, y no le duelen las comunidades del Catatumbo, Arauca, Cauca, Chocó ni las víctimas del secuestro.

El juicio de la historia será implacable con un presidente que reclama amor para los bandidos y criminales y es indiferente con sus víctimas inocentes.

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