La relación entre Colombia y Estados Unidos atraviesa un momento de incertidumbre que, según el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, aún no se ha superado del todo. En su más reciente columna de opinión, titulada La mano negra y publicada en El Tiempo, el líder de Cambio Radical lanzó una dura advertencia sobre las posibles repercusiones de las tensiones diplomáticas entre los dos países y el riesgo latente de una descertificación en materia de cooperación antidrogas.
Una crisis diplomática aún no resuelta
Vargas Lleras sostuvo que, pese a los intentos del gobierno de Gustavo Petro por minimizar el impacto del reciente impasse con Washington, la cooperación entre ambos países sigue en vilo. En sus declaraciones, contradijo al saliente canciller Luis Gilberto Murillo, quien había asegurado que el incidente diplomático estaba superado.
“Yo creo, al contrario de lo anunciado por Murillo, que el incidente no ha sido superado. A estas alturas toda la cooperación con Colombia está suspendida”, afirmó el exvicepresidente.
El punto de quiebre en la relación con Estados Unidos se produjo a raíz de la negativa del gobierno colombiano de aceptar la deportación de ciudadanos colombianos en condiciones que Petro calificó de inhumanas. La administración estadounidense contempló sanciones, aunque finalmente las desestimó. No obstante, Vargas Lleras insiste en que las repercusiones de esta disputa podrían ser más profundas de lo que se reconoce públicamente.
El riesgo de la descertificación y el impacto en la lucha antidrogas
Uno de los mayores temores expresados por el político bogotano es la posible descertificación de Colombia en la lucha contra el narcotráfico, un hecho que tendría serias consecuencias tanto económicas como diplomáticas.
Según datos oficiales, los cultivos ilícitos han alcanzado niveles históricos en regiones como el Cauca, Nariño, Antioquia y el Catatumbo, superando las 300.000 hectáreas sembradas de coca. Vargas Lleras enfatizó la aparente contradicción de que Colombia haya recibido la certificación de EE.UU. a pesar del crecimiento de estas cifras.
“Probablemente en septiembre no seremos certificados en nuestra cooperación en materia de lucha contra el narcotráfico”, advirtió, agregando que es paradójico que un país con una producción creciente de base de coca aún mantenga el respaldo de su principal aliado internacional.
Además, el exvicepresidente subrayó que la flota aérea de Colombia para la lucha contra el narcotráfico está en crisis. La suspensión de los recursos provenientes de EE.UU. afecta la operatividad de helicópteros Black Hawk, mientras que las aeronaves rusas están en tierra por falta de mantenimiento, agravado por la guerra en Ucrania.
Consecuencias para la paz total y la política exterior de Petro
El líder de Cambio Radical también cuestionó el impacto de estas tensiones en la política de paz total promovida por el gobierno de Petro. A su juicio, la reciente orden ejecutiva de EE.UU. de no negociar con grupos terroristas podría complicar los diálogos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y otras estructuras ilegales.
“Las consecuencias de esta decisión no se harán esperar. Y ahora se emite la orden ejecutiva de no negociar con terroristas. Además del ELN, seguirán seguramente todos los demás grupos con los que se negocia la paz total”, afirmó Vargas Lleras, poniendo en duda la viabilidad de las conversaciones en curso.
“La mano destructora de Petro”
En su artículo, el exvicepresidente hizo una crítica frontal a la estrategia del mandatario colombiano en el ámbito internacional. Vargas Lleras rechazó la insistencia de Petro en prolongar la confrontación con Estados Unidos y consideró que esto solo pone en riesgo los intereses nacionales.
“Ante esta situación, Petro anuncia que ‘hay que seguir la pelea’. Cómo no se da cuenta de que 50 millones de colombianos no estamos ni queremos esa pelea”, expresó.
Finalmente, Vargas Lleras concluyó con una frase contundente: “Todo lo que toca Petro lo destruye”. Aseguró que el mandatario ha deteriorado la relación con el principal socio estratégico de Colombia y que su política exterior podría generar daños irreversibles para el país.