La controversia política en torno a Venezuela alcanzó un nuevo punto álgido tras las declaraciones del expresidente Álvaro Uribe Vélez desde Cúcuta, donde pidió una intervención internacional “preferiblemente avalada por las Naciones Unidas” para remover del poder al régimen de Nicolás Maduro.
En un discurso frente a simpatizantes y acompañado de los precandidatos presidenciales del Centro Democrático para 2026, Uribe afirmó:
«Aquí no hay otro camino, por eso pedimos una intervención internacional, preferiblemente avalada por las Naciones Unidas, que ayude a quitar a los tiranos del poder y convoque de inmediato a unas elecciones libres.»
Uribe también dirigió un mensaje al líder venezolano Diosdado Cabello, quien lo había acusado de reunirse con paramilitares:
«A ese timador, que sepa que nosotros queremos una intervención militar con el ejército de Venezuela para que el país sea libre.»
El presidente Gustavo Petro reaccionó rápidamente a estas declaraciones a través de su cuenta en X (antes Twitter), criticando duramente la propuesta de Uribe. En un mensaje que hizo alusión a pasajes bíblicos, Petro escribió:
«Dejen de pensar en muerte de hermanos. ¿No se leyeron en la Biblia la historia de Caín?»
En un video publicado por el mandatario, se mostró un grupo reducido de personas escuchando el discurso de Uribe en Cúcuta, lo que aprovechó para cuestionar la iniciativa del expresidente:
«Yo creo que, a esta altura, Cúcuta ya sabe que es mejor preservar las relaciones familiares, sociales, económicas y culturales en la frontera.»
Uribe Vélez no solo insistió en la necesidad de una intervención militar, sino que también hizo un llamado a los venezolanos:
«Sean ustedes quienes honren la memoria de héroes que quisieron liberar a Venezuela y fueron desaparecidos por el régimen. Sean ustedes quienes liberen a su país y cumplan con su deber de proteger y hacer respetar la constitución.»
Mientras tanto, el Gobierno de Petro mantiene una postura de diálogo y diplomacia frente a la crisis en Venezuela, apostando por una cooperación más estrecha entre ambas naciones.
La propuesta de intervención internacional, respaldada por el Centro Democrático, ha generado reacciones polarizadas en el escenario político colombiano. Por un lado, algunos sectores la consideran una acción necesaria para garantizar la democracia en Venezuela; por otro, se critican las implicaciones de promover un conflicto armado en la región.
En medio de estas tensiones, el país observa cómo este tema comienza a perfilarse como un punto clave en el debate electoral de cara a las presidenciales de 2026.