En el marco de la primera audiencia de confirmación como secretario de Estado bajo la futura administración de Donald Trump, el senador Marco Rubio no escatimó en calificativos contra las guerrillas colombianas ELN y FARC, refiriéndose a ambas como «organizaciones narcoterroristas». La audiencia, realizada este miércoles 15 de enero, también abordó temas de política exterior, como la relación de Estados Unidos con Cuba y la crisis de seguridad en la frontera con México.
Rubio, en respuesta a una pregunta del senador Ted Cruz sobre la decisión del gobierno Biden de sacar a Cuba de la lista de países que apoyan el terrorismo, aprovechó para señalar que el ELN y las FARC, aunque nacieron como movimientos ideológicos, ahora están completamente involucrados en el narcotráfico.
“Son organizaciones narcoterroristas. Comenzaron como grupos ideológicos, pero hoy son marxistas que venden cocaína y buscan lucrarse de ello. Estas organizaciones han contado con el apoyo total del régimen cubano”, afirmó Rubio.
Además, destacó los vínculos de Cuba con grupos como Hezbolá y Hamás, asegurando que la isla también alberga instalaciones de espionaje que involucran a otros países.
En su intervención, Rubio fue enfático al criticar la falta de libertades en Cuba. Señaló que los ciudadanos cubanos no tienen derecho a elecciones libres ni a cuestionar a las autoridades, lo que perpetúa el régimen represivo en la isla.
“Debe haber una apertura real para que los individuos puedan disfrutar de la libertad,” subrayó, refiriéndose a la necesidad de un cambio democrático en el país caribeño.
Rubio también se pronunció sobre la crisis de seguridad en la frontera con México, destacando la participación de carteles colombianos y otras organizaciones criminales que operan tanto en Latinoamérica como dentro de Estados Unidos.
El senador señaló que estas actividades, combinadas con la creciente amenaza del fentanilo, representan un desafío significativo para la seguridad nacional estadounidense. “La violencia y el tráfico de drogas deben ser detenidos; estamos enfrentando una amenaza que trasciende fronteras,” concluyó.
Las declaraciones de Rubio no solo refuerzan la postura de la futura administración Trump hacia Latinoamérica, sino que también reavivan debates sobre el rol de Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo en la región. La categorización de las FARC y el ELN como narcoterroristas podría tener implicaciones en la política exterior y en las relaciones bilaterales con Colombia.
Este discurso se suma a un panorama de tensiones en la región, en el que temas como el narcotráfico, el fentanilo y la influencia de regímenes autoritarios siguen ocupando un lugar central en la agenda política de Estados Unidos.