Radamel Falcao García anunció oficialmente este miércoles su salida de Millonarios tras completar dos semestres defendiendo la camiseta azul, un cierre que sorprendió a la afición y marcó el final de un sueño infantil hecho realidad. En un sentido mensaje publicado en sus redes sociales, el delantero de 39 años expresó su gratitud: logré cumplir mi sueño de niño al vestir estos colores, y mientras pude, dejé la vida, el alma y el corazón en cada partido. También destacó el vínculo emocional creado con el club, el cuerpo técnico, sus compañeros y, sobre todo, con las voces del estadio que llevaban sus cánticos tatuados en su alma.
A lo largo del último año, Falcao disputó 28 partidos y anotó 11 goles con Millonarios, contribuyendo de manera significativa aunque sin lograr el ansiado título nacional. Su llegada en junio de 2024 fue un acontecimiento histórico: el samario, máximo goleador del fútbol colombiano, regresó al país e impactó tanto en lo deportivo como en la emoción de miles de hinchas. A pesar de algunas lesiones y interrupciones por temas fiscales, logró dejar una huella imborrable en El Campín.
El club oficializó la noticia con un comunicado y un emotivo video de despedida, en el que reconoció su entrega y su estatus como embajador eterno: Falcao fue, es y seguirá siendo embajador del equipo. Aunque no alcanzó la gloria del título, los aficionados lo recuerdan como un ídolo por su entrega y su impacto mediático, incluso tras su crítica abierta al arbitraje luego de la eliminación en los cuadrangulares Semifinales del Apertura 2025 frente a Santa Fe.
Con su salida consumada, Millonarios enfrenta ahora el reto de renovar su delantera en el mercado de mitad de año, mientras el futuro del ‘Tigre’ sigue siendo incierto. Algunos medios especulan con su posible retiro o un nuevo reto en el exterior, como en Estados Unidos; sin embargo, su emotivo hasta luego deja la puerta abierta a un regreso en otras funciones dentro del club que lo vio realizar su sueño.
El adiós de Falcao no solo cierra una etapa futbolística en Bogotá, sino también un capítulo emocional que reunió pasiones y expectativas en torno a uno de los máximos referentes del fútbol colombiano. Lo que viene será una nueva etapa tanto para él como para el equipo embajador, que deberá reinventarse sin su histórica figura.