La salud del Papa Francisco, ingresado en el hospital Policlínico Gemelli de Roma desde el pasado 14 de febrero, ha mostrado una «leve mejoría», según informó hoy la Oficina de Prensa del Vaticano.
El parte médico más reciente, emitido este lunes por la tarde, confirma que el Santo Padre no ha sufrido crisis respiratorias asmáticas durante el día y que los últimos análisis de laboratorio reflejan signos positivos en su evolución.
El sábado por la mañana, el Pontífice experimentó un episodio de dificultad respiratoria prolongada a causa de su bronquitis asmática crónica y neumonía bilateral. Esto requirió el uso de una mascarilla de oxígeno para estabilizar su condición. Actualmente, aunque sigue necesitando oxígeno mediante dos pequeñas cánulas nasales, los especialistas han reducido tanto el flujo como el porcentaje de oxígeno suministrado, lo que indica una progresiva recuperación.
El Vaticano también informó que la insuficiencia renal en estado primario, detectada el domingo, se encuentra controlada y no genera preocupación inmediata.
Retoma actividades pese a su estado de salud
A pesar de la prudencia de los médicos, el Papa Francisco ha reanudado algunas de sus labores. Este lunes por la mañana designó al sacerdote Eloy Alberto Santiago Santiago como nuevo Obispo de San Cristóbal de La Laguna, en Tenerife (España). Además, en su undécimo día de hospitalización, el Santo Padre recibió la Eucaristía y realizó una llamada al P. Gabriel Romanelli, párroco de la única iglesia católica en la Franja de Gaza, para expresarle su cercanía y apoyo espiritual.
Francisco también aprovechó la ocasión para agradecer a los fieles por sus oraciones y muestras de afecto, reafirmando su fuerte vínculo con la comunidad católica.
La Santa Sede continuará informando sobre la evolución del estado de salud del Pontífice, quien está respondiendo favorablemente a las terapias antibóticas suministradas para tratar la infección pulmonar.