El Gobierno del presidente Gustavo Petro ha decidido no declarar el estado de emergencia económica en Colombia, enfocándose únicamente en la implementación del estado de conmoción interior para abordar la crisis en la región del Catatumbo.
La decisión se produce en respuesta a los intensos enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las FARC en el Catatumbo, que han resultado en al menos 60 muertes y el desplazamiento de más de 18.000 personas, según informes de la ONU.
El estado de conmoción interior, contemplado en el artículo 213 de la Constitución de 1991, otorga al presidente facultades extraordinarias para emitir decretos con fuerza de ley durante un período inicial de 90 días, prorrogables por dos periodos iguales, con el fin de restaurar el orden público en situaciones de grave perturbación.
El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, aclaró que, tras una evaluación detallada, se consideró innecesario declarar la emergencia económica, social y ambiental en este momento, y que la conmoción interior será suficiente para atender la situación humanitaria en la región.
La implementación formal del estado de conmoción interior requiere la expedición de un decreto firmado por todos los ministros, el cual será sometido a control constitucional para garantizar su conformidad con el ordenamiento jurídico vigente.
Esta medida busca proporcionar al Ejecutivo las herramientas necesarias para enfrentar la crisis en el Catatumbo, protegiendo a la población civil y restableciendo el orden en una región históricamente afectada por la presencia de grupos armados ilegales y actividades ilícitas.