Frisby Colombia, la emblemática cadena de pollo asado con más de 45 años en el mercado nacional, anunció este 2 de julio el envío de una reclamación formal a los representantes legales de Frisby España SL como paso previo a iniciar acciones legales en territorio español. La empresa, con sede en Pereira y reconocida como sociedad de beneficio e interés colectivo, explicó que esta medida responde al requisito establecido por la legislación española para demandar por uso indebido de marca y patrimonio distintivo.
Detrás de este anuncio está la reciente expansión de la firma bilbaína, que dio a conocer la apertura de 12 puntos de venta, incluyendo dos restaurantes en Madrid y Barcelona, así como diez “cocinas ocultas” para reparto a domicilio.. Ante esta situación, Frisby Colombia optó por acudir a la firma de abogados Garrigues en España, con quienes enviaron la carta de reclamación a los representantes oficiales de Frisby España SL registrados públicamente.
La cadena colombiana advirtió que, de no obtener avances significativos en esta etapa prejudicial, procederá con las acciones legales permitidas por la ley y la jurisprudencia española y europea. El objetivo es proteger la identidad corporativa y evitar que la compañía ibérica consolidate su operación con el mismo nombre y logotipo, evitando así confusión entre consumidores y perjuicios reputacionales.
Frisby España, por su parte, se defiende afirmando que registró la marca legalmente en la Unión Europea, alegando ausencia de restricciones para su uso, y que su proyecto es una entidad independiente sin vínculo con la original colombiana. Este argumento sustenta su intención de continuar la expansión y contratación de personal, prevista para 90 empleados, mientras la disputa legal sigue su curso.
Este conflicto pone de relieve los desafíos que enfrentan las marcas latinoamericanas al incursionar en mercados internacionales sin un uso efectivo o registro oportuno. Expertos destacan que el vacío en la utilización de la marca en Europa permitió que terceros la reclamasen legítimamente, aunque el uso de logos y colores similares podría permitir a Frisby Colombia argumentar infracción o competencia desleal por apropiación indebida.
La disputa no solo tiene repercusiones legales, sino también reputacionales y comerciales. En el mercado colombiano, la defensa de la marca se ha convertido en un símbolo de identidad, generando un movimiento de apoyo entre consumidores y aliados empresariales . En Europa, el resultado del proceso judicial y cualquier eventual compensación o medida cautelar podrían sentar un precedente para la protección de marcas de países en desarrollo.
Frisby Colombia ha manifestado su intención de mantener a la opinión pública informada sobre los avances del proceso, consolidando así su posición como empresa comprometida con la defensa de su patrimonio y sus valores corporativos. El desenlace de esta disputa será decisivo para entender cómo se protegen las marcas en un escenario globalizado, donde los derechos registrales se entrelazan con la reputación y la presencia efectiva en el mercado.
