El Verdadero y Aterrador Fondo de la Crisis con Los Estados Unidos

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Por: Federico Senior

Hoy, algarabía en los medios, tema nuevo, al diablo el Catatumbo, Olmedo y Sneider, el otro Nicolas (o el uno, no sabemos), o la Ortiz, el ELN, o Maduro, nada, hoy es Trump versus Petro, todos hablan, opinan, dicen, justifican, critican, pontifican, del desastre que produjo el presidente Petro desde su truculento teléfono móvil, y que tal vez gracias al aún canciller Murillo la cosa se alcanzó a paliar, por fortuna él, aún Canciller, ¿pues que tal que, en una situación como ésta, hubiese estado ya en propiedad la señora Sarabia?, de la que nadie sabe mucho, salvo que chuzó a Marelbis, que tenía o siete mil dólares, o ciento cincuenta millones en una cartera que se desapareció, pero de ella o de sus cualidades y virtudes, sabemos en verdad muy poco, con su carita de “Baby Sitter”, es ella la persona más poderosa del gobierno, poderosa si, pero ¿capaz?, si nos atenemos a lo que ha demostrado, creo que nada.

A un pelo del desastre, todo causado por la ya bien conocida procacidad retórica del presidente, que, por fortuna en más de las veces, queda todo ahí, en relatos ridículos, en incoherentes discursos, en promesas tontas, de trenes balas y elevados, tejidos en Marte, aeropuertos en el medio de desiertos, golpes duros y blandos, en fin, ya sabemos de las bobadas de Gustavo, pero esto de la madrugada del 26, ha sido en verdad aterrador. Antes de seguir, y lo digo sin sarcasmo, quiero agradecer al presidente, por habernos hecho ver la dura realidad, esa, la de su situación personal.

Lo he dicho y lo repito, a los presientes en Colombia no se les tumba, se les deja en su puesto hasta el último minuto de su siete de agosto, pero, si la está embarrando, pues no se le deja gobernar a su antojo, para eso están las instituciones, el Congreso y las Cortes, ahora bien, esto que acaba de suceder, debe encender y mantener prendidas todas las alarmas, todas.

Ha dejado ver con absoluta claridad el presidente, su total falta de control, su carente capacidad de raciocinio, al dejarse llevar por sus pasiones, poniendo al país al borde del abismo, ahora bien, que su ideología lo lleve a discrepar con quienes no la comparten, vaya y venga, pero de ahí, a poner en riesgo a todo un país, incluido por supuesto a su tan mentado pueblo, arrojándolo todo por la borda, creando una situación incontrolable de inestabilidad social y económica, es en verdad aterrador, esto nos debe llevar a levantar la voz exigiendo que se establezca, de manera científica, si es él una persona cuerda, si estos arrebatos obedecen a puntuales situaciones psicológicas, patológicas o de algún tipo de reacción a  sustancias alteradoras de la razón; nadie puede asegurar de que se trata, pero nosotros, los ciudadanos de bien, tenemos todo el derecho del mundo a exigir que se nos diga, cual es la verdad. Nadie podrá volver a dormir tranquilo, a sabiendas que el líder del país puede llegar a comportarse como un orate.

Al parecer no recuerda Petro, que además de presidir el gobierno, es también el jefe de estado, es decir, el representa a la vez, al ejecutivo, brega por conseguir los cambios propios de su ideología, basados en sus propuestas de campaña, pero además, representa al Estado, a la nación entera, debe por constitución defender las políticas y los principios básicos de éste, en Colombia, son estos los de una democracia participativa, un estado laico, defensor de las libertades, de expresión, de empresa de libre asociación y de creencias; por tanto, no puede como su jefe imponer su ideología sobre una política de estado.

Es entonces el verdadero y aterrador fondo, de la situación de crisis que acabamos de presenciar con los Estados Unidos, algo grave, inherente de manera exclusiva a la persona del presidente, a su actuar y a la causa o causas de éste, y eso es lo que debe prender las alarmas y cuestionar, y establecer, que tan apto es Gustavo Petro, para ser presidente de Colombia.

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