El partido Centro Democrático emitió un comunicado en el que rechazó con fuerza el magnicidio del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, ocurrido el 11 de agosto de 2025, tras permanecer dos meses hospitalizado por un ataque con arma de fuego durante un mitin en Bogotá.
En el documento, la bancada expresó su profundo dolor y solidaridad con la familia del político, especialmente con su esposa María Claudia Tarazona y sus hijos. Señalaron que el legado de servicio público, defensa de la democracia y compromiso ciudadano que dejó Uribe es un faro que seguirá iluminando el camino político del país.
El comunicado también advirtió sobre una escalada de violencia política. Denunciaron que esta tragedia representa “una afrenta en medio de un panorama de violencia política que el país no vivía desde hace más de 30 años”, convocando a honrar su memoria “defendiendo sin miedo, por la libertad y seguridad de Colombia”.
La bancada centró además su llamado en exigir justicia pronta y sanciones ejemplares. Enfatizaron que no se permitirá que este magnicidio quede impune y destacaron la importancia de identificar no solo a los autores materiales, sino también a los intelectuales detrás del crimen.

Desde distintas esferas, la muerte de Uribe ha generado reacciones contundentes. El presidente Gustavo Petro calificó el homicidio como “una derrota para la democracia”, mientras la vicepresidenta Francia Márquez y otros líderes políticos también expresaron su condena, al igual que figuras internacionales.
Entre tanto, las autoridades judiciales y policiales han confirmado avances en la investigación. Se han capturado presuntos responsables materiales, y se mantiene abierta la búsqueda de los posibles autores intelectuales, ante lo cual se mantiene una recompensa como incentivo para esclarecer el caso.
El magnicidio de Miguel Uribe Turbay supone un golpe doloroso para la democracia colombiana y plantea un desafío urgente: reforzar la seguridad política y garantizar la transparencia y justicia en un panorama electoral cargado de tensiones. El llamado ahora es mantener viva su memoria incluso en el campo de la paz y el civismo colectivo.