Lluvia y controles no frenaron la pólvora: siete lesionados deja la alborada en Medellín

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El inicio de la temporada decembrina en Medellín registró un balance negativo en materia de salud pública y seguridad. Según el primer reporte oficial entregado por las autoridades a las 6:00 a. m. de este lunes 1 de diciembre, siete personas resultaron lesionadas por la manipulación de pólvora durante la tradicional y polémica alborada. A pesar de las estrictas medidas de control implementadas por la administración distrital y el fuerte aguacero que se precipitó sobre el Valle de Aburrá durante la medianoche, la quema de pirotecnia persistió en diversos sectores de la ciudad, dejando un saldo preliminar de heridos que preocupa a los organismos de socorro.

Las autoridades sanitarias y de policía han emitido una alerta temprana ante la posibilidad de que la cifra de afectados aumente en el transcurso del día. Es un comportamiento recurrente en años anteriores que muchas personas, tras sufrir quemaduras leves o moderadas, evitan acudir de inmediato a los servicios de urgencias. Este fenómeno suele estar motivado por el temor a las sanciones económicas impuestas por el Código Nacional de Seguridad y Convivencia, o por la falsa creencia de que las lesiones pueden tratarse en casa. Los especialistas médicos enfatizan que la atención tardía es un factor crítico que puede derivar en infecciones severas o complicaciones que comprometan la funcionalidad de las extremidades afectadas.

Desde la Secretaría de Salud y los organismos de gestión del riesgo se ha hecho un llamado enfático a la ciudadanía para priorizar la vida y la integridad física. La recomendación oficial insta a cualquier persona que haya sufrido lesiones, o que conozca casos en su comunidad, a acudir inmediatamente al centro hospitalario más cercano. Se reitera que el uso de remedios caseros sobre las quemaduras —como aceites, café o cremas dentales— está contraindicado y puede agravar el cuadro clínico del paciente.

En Medellín rige una prohibición estricta sobre la fabricación, venta, transporte y uso de pólvora, medida que busca proteger no solo a las personas, sino también a la fauna doméstica y silvestre que sufre por las detonaciones. A pesar de las campañas de sensibilización y los operativos policiales desplegados en las comunas con mayor incidencia histórica, la cultura de la alborada continúa representando un reto para la convivencia ciudadana. Las autoridades mantendrán el monitoreo constante y los controles policivos durante toda la temporada de fin de año para mitigar los riesgos asociados a estos artefactos explosivos.

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