INCREIBLE QUE NO NOS HAYAMOS DADO CUENTA

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Por: Federico Senior

Leía algo esta mañana que llegó a mi WhatsApp, sobre lo inverosímiles que resultan los datos que nos están mostrando las últimas encuestas, acerca de la aceptación en aumento del presidente Petro, argumentan en ese mensaje que tal hecho se debe sin duda, al actuar de las famosas bodegas, que son tantas, que cada uno envía no se cuantos mensajes y que estos receptores a su vez los reenvían llegando los destinatarios finales a contarse hasta por más de veinte millones, cifra ésta que corresponde de igual manera al número de seguidores que tienen dichas bodegas.

Esta situación nos indica varias cosas, en primera instancia nos muestra cuanta habilidad y de hecho cuanta sintonía tiene el gobierno con la población, si le está llegando a la mitad de la gente, y de una manera al parecer muy fácil logran mantenerlos a diario, a horario mejor, en constante contacto y por la narrativa, en permanente alteración a esa gran masa de población, pareciera, que hubiera resucitado Goebels, al presenciar tan magnífica estrategia, lo están logrando “sotto voce”.

Retomando, si le están llegando a la mitad de la gente, y son estos los que empujan la popularidad del presidente (como ha venido sucediendo de manera constante desde hace casi un año), estamos ante el peor de los escenarios, el gobierno tiene el apoyo de la mayoría, de manera lamentable, esta mayoría es cuantitativa, más no cualitativa, ese enorme grupo de personas, que de paso sea dicho, son poseedoras, cada una de ellas, de un voto, tan válido como el de cualquier intelectual, banquero, empresario o militante de la “derecha”, son ellos, y es cuestión solo de elemental aritmética, la mayoría, y de seguir así la tendencia, lograran el triunfo en las elecciones del 2026.

La estrategia gubernamental la complementan, con la más cínica de las artimañas, y lo hacen, porque conocen de verdad al pueblo, a nuestra idiosincrasia, saben de nuestro gusto por el chisme, el corrillo, la burla, el chiste, y de los memes (insoportable plaga, implantada en la sociedad gracias a las redes sociales), solo requieren que el Señor presidente hable, sin importar el escenario, o el interlocutor, y diga todos los disparates que sea capaz de decir, en verdad no importa, el hecho significativo para ellos, es lograr el resultado que obtienen a diario, poner a hablar al disgregado mundo opositor, de las estupideces con las que salió Petro, el día anterior.

Da igual si habla de trenes voladores, de alimentos en la atmósfera, o de piel en Marte, o de golpe blando (o duro, que tal vez le guste más), o de traiciones, o despreciando a Laura, o desairando a Bolívar, o defendiendo al indefendible Benedetti, total, mientras más ridícula, estúpida o inverosímil sea la diatriba del día, mejor aún, eso es más que suficiente para servirle los tres platos diarios a la opinión pública, y así, no dejar que se mire el verdadero suceso, lo en realidad relevante, de hecho están así controlando a la mayoría.

Esa mayoría, esta conformada en gran porcentaje por jóvenes, ese inmenso grupo poblacional que es y ha sido víctima del sistema, de las pésimas administraciones anteriores (de nada sirve negarlo, hacerlo es tratar de ocultar el sol, con el meñique), ellos, deteriorado (envenenado) su perfil mental, por haber recibido una educación tendenciosa, subyugante, opresora, con la que les han lavado el cerebro, convenciéndolos de lo terrible del capitalismo, de lo innecesario del trabajo, de lo inaceptable de la desigualdad, de las injusticias de los poderosos (tiranos, esclavistas, fascistas, etcétera), permeados además, por la idea “demostrada” que el crimen paga, fenómeno éste presente en nuestra historia, y de ahí la excepcional admiración por los “capos” del narcotráfico, de los insurgentes, de las bandas, que logran superar la pobreza y la marginalidad, a base de violar la ley, cohonestados por la impunidad de una justicia inoperante, que vuelve intocables a los delincuentes.

Es entonces, cuando digo “Increíble que no nos hayamos dado cuenta” que la mayoría de población, lo que quiere es venganza, sin importar lo malo del día de hoy, la meta es ver destruidos a los poderosos, quebrados a los Sarmientos y Santodomingos, en la cárcel a Uribe y a Duque, ese incontrolable deseo, que nace de lo más profundo del resentimiento, es un inmejorable caldo de cultivo, para fortalecer el virus del odio, y la lealtad hacia su mesías, que promete la más cruenta de las venganzas.

Entretanto, los opositores, se enredan en réplicas al presidente, al pusilánime del ministro de salud, a lo que dice y hace el confeso delincuente del ministro del interior, y responden, e insultan, y juran que lucharán por acabarlo, pero no ven más allá de sus narices, a hoy, solo oímos y vemos, a un grupito insignificante de pretendientes a candidatos, como Vicky, Fajardo, Vargas Lleras, y cincuenta y pico de idiotas útiles más, que no han logrado comprender, que el gobierno actual se las sabe todas, que no gobierna, impera, se pasa por el forro al congreso y a las cortes, se burla de ellos, no cumple con las sentencias, amenaza con revolución sino le aceptan sus reformas, en resumen, saben mejor que nadie, manejar la situación, de paso, con el botín del presupuesto a su disposición, sin importar que no haya medicamentos, ni becas, ni subsidios de vivienda, ni obras de infraestructura, que no haya sino robos (y de manera paradójica, es esto lo que más le gusta a esa mayoría, a esa juventud rebelde, ellos gozan, aplauden y festejan lo que los funcionarios se roban, para ellos es un triunfo sobre la oligarquía, ven a los ladrones como a modernos Robin Hood), esa mayoría (ya evidente) solo espera el triunfo de la secta en el poder, sin importar que todo esté manga por hombro, para lograr consolidar el derrocamiento de las élites dominantes que los han oprimido por siglos.

Increíble que no nos hayamos dado cuenta…. Increíble

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