Trump recorre ‘Alligator Alcatraz’: la nueva prisión para migrantes en Florida, rodeada de caimanes

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, realizó un recorrido por las obras de la controvertida prisión federal que se levanta en los Everglades de la Florida, un proyecto que ha sido bautizado como ‘Alligator Alcatraz’ por estar rodeado de pantanos infestados de caimanes. La instalación, concebida como un centro de detención para inmigrantes ilegales con antecedentes de delitos graves, busca convertirse en un símbolo de la política de mano dura frente a la inmigración irregular y la criminalidad en el país.

Inspirado en el legendario penal de Alcatraz frente a la costa de San Francisco, Trump ha querido replicar el espíritu de la temida ‘Roca’ en un nuevo complejo carcelario en el sur de la Florida, una idea en la que cuenta con el respaldo del gobernador de ese estado, Ron DeSantis. El mandatario recorrió las celdas, aún en construcción, y mostró su satisfacción por el avance del proyecto, que ha generado fuertes críticas por su semejanza con un campo de concentración y las duras condiciones que enfrentarán los reclusos. Durante su visita, Trump ironizó sobre los peligros naturales del entorno, afirmando que los migrantes “deberán aprender a huir de los caimanes” y “no correr en línea recta”.

La prisión se perfila como un componente clave de la expansión del sistema de detención federal, según explicó el Departamento de Seguridad Nacional (DHS). De acuerdo con esa entidad, el penal alojará a personas con condenas por crímenes violentos, como homicidio, secuestro, abuso sexual infantil, tráfico de drogas y producción de pornografía infantil. Entre los primeros nombres que podrían ser trasladados a ‘Alligator Alcatraz’ destacan los de extranjeros que residen en Estados Unidos, como Mauricio López-Cardona, de Colombia, condenado por conspiración para importar cocaína y homicidio vinculado al narcotráfico; Roberto Mosquera-Del Peral, de Cuba, identificado como miembro de los Latin Kings y sentenciado por homicidio y asalto agravado; y Noel Acosta-Moya, de Venezuela, condenado por secuestro y abuso sexual de un menor.

Pese a las críticas y a las protestas de organizaciones defensoras de derechos humanos, que cuestionan la falta de garantías procesales y las condiciones de reclusión, la administración Trump insiste en que la nueva cárcel es un modelo de seguridad penitenciaria y control migratorio que podría replicarse en otros estados. El DHS no ha especificado cuántos reclusos serán trasladados en la fase inicial, pero adelantó que se están habilitando miles de camas para los próximos días como parte de una estrategia de detención a gran escala. La construcción de ‘Alligator Alcatraz’ refleja el tono desafiante de la política migratoria actual, marcada por medidas cada vez más restrictivas y polémicas.

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