Bolivia: ¿Por quién votaré?

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Por: Hernán Maldonado

Es la pregunta que me hacen mis amigos, quizás porque me han leído y me consideran un francotirador que dispara a cabeza que se asoma.

La verdad es que pertenezco a ese ejército de indecisos en los que los candidatos confían en que a última hora se decidirán. De lo único que estoy seguro es que jamás votaré por un masista o filomasista.

Mi visión de los candidatos, a vuelo de pájaro, es la siguiente:

Samuel Doria Medina: Un buen empresario que ha apostado desde siempre por el país, como lo prueban las industrias y negocios que ha erigido. No es novato en las lides políticas. Ya ha sido gobierno. No me convence su promesa de los “100 días, carajo” para solucionar los graves problemas del país. (El lunes, en entrevista con Carlos Valverde, aclaró más modesto, que será el plazo para conseguir al menos un crédito de 2.000 millones para la compra de combustible…) Los romanos dirían que es un buen “pater familiae”, un tanto campechano, que no ve el horizonte cargado de negros y espesos nubarrones… (Hace rato que me borró de las RR.SS. por lo de la sirvientita…)

Jorge “Tuto” Quiroga. Hace mucho que escribí que si fuera candidato en Venezuela, lograría una alta votación, por su lucha internacional por la causa de la libertad en ese país. Por eso es que María Corina Machado le tiene enorme simpatía. Es un político de alto vuelo y sabe que en Bolivia “el horno no está para hacer bollitos”, por eso es que (a lo Milei) promete mano firme. Necesitará de toda su habilidad (¿o astucia?) para comprometer hacia su causa a militares y policías. Un eventual gobierno suyo enfrentaría desde la primera hora huelgas, paros, bloqueos a cargo de los desplazados del poder y del narcotráfico. Como Doria Medina, sabe también que es su “último tren”. (Hace rato también me borró de sus RR.SS. por lo que conté sobre porqué no detuvo a Evo Morales en los últimos meses de su gobierno)

Manfred Reyes Villa. Les conté que cuando era alcalde de Cochabamba por primera vez, le escribí una carta pidiéndole que hiciera algo porque una calle en el Barrio Venezuela se inundaba al desbordarse una acequia abierta y que mi madre, de 85 años entonces, salía de su casa valiéndose de una endeble pasarela. Un mes después, me sorprendí al recibir en Miami una carta suya, informándome que la acequia había sido entubada y, lo mejor, que la calle misma había sido pavimentada. Me volví fan suyo. Creo que por eso las simpatías que tiene en Cochabamba. Como candidato presidencial no lo veo. Creo que sería, empero, un gran aliado si Tuto o Samuel son los elegidos. Pienso que será clave para la segunda vuelta. Me disgustó que desconociera lo que manda la Constitución respecto a los bolivianos nacionalizados en el exterior, llamando “extranjero” al magnate Marcelo Claure. Desconoció que el boliviano naturalizado en el exterior, recupera su nacionalidad boliviana “con solo volver al país”, sin necesidad de trámite alguno.

Rodrigo Paz Pereira. Aunque hace décadas he dejado la militancia política, tendría, por consecuente, votar por Rodrigo, postulado por el Partido Demócrata Cristiano. Pertenece a las nuevas generaciones y me gusta la frescura de su mensaje, pero lo veo aún muy “jojoto”, dirían en Venezuela porque a veces se muestra candoroso y hasta ingenuo o inmaduro. Obvio, para mi, que está ensayando sus primeros pasos de cara a las elecciones del 2030. Creo que el PDC ahora es manejado por la ex diputada Norma Piérola, a quien yo admiraba. Se me despintó cuando en Tweeter se hizo eco de un tirapiedras venezolano que me tildó de chupamedias… ¡de Evo Morales!

Pavel Aracena. Es el candidato de lo que queda del partido Acción Democrática Nacionalista, que tuvo sus mejore momentos cuando el general Hugo Banzer Suárez dejó la dictadura y se enroló en la lucha política democrática. Es el único candidato que abiertamente se proclama de “derecha”. Fue muy pobre su presentación en el primer debate auspiciado por el TSE. No me gustó que Manfred Reyes Villa lo “ninguneara”, pero Pavel tampoco se mostró como político. Es una postulación sin pies ni cabeza. Quizás no se enteró que la lucha en el mundo actual no es entre izquierdas y derechas, sino entre dictadura o democracia. Creo que su objetivo es lograr que ADN no sea borrada del TSE.

Esito nomás.

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