#PetroLiderMundial: Cuando la estrategia de Comunicación se vuelve un Bumerán

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Por: Aldrin García – Director Totus Noticias

En Colombia ya no sorprende que la política se juegue tanto en el Congreso como en las redes sociales. Pero lo de #PetroLiderMundial fue un capítulo aparte: un intento de mostrar a Gustavo Petro como referente internacional que terminó convertido en un festival de memes, ironía y críticas bien afiladas.

La orden, cuentan, salió desde arriba: había que alinear ministerios, entidades y, por supuesto, las bodegas de seguidores para inflar la tendencia. Una especie de coro digital que proclamara la grandeza mundial del presidente, mientras desde la Casa de Nariño se frotaban las manos esperando titulares positivos.

El problema es que, como suele pasar, el tiro salió por la culata. En cuestión de minutos, la oposición se apropió del hashtag con la misma intensidad con la que el Gobierno intentaba empujarlo. Y no lo hicieron con discursos vacíos, sino con datos duros, cifras reales y recordatorios incómodos: desde el aumento de la violencia hasta los tropiezos diplomáticos. Nada de maquillaje, nada de filtros.

Así, lo que debía ser una demostración de protagonismo global se convirtió en una radiografía de la realidad local. Los críticos fueron claros: antes de querer liderar al mundo, Petro debería demostrar liderazgo en su propia casa, con un país que todavía espera soluciones a problemas urgentes.

El resultado fue un hashtag que, en vez de elevar la imagen del mandatario, terminó siendo una vitrina de sarcasmo ciudadano. Un recordatorio de que las redes no se alinean con decretos y que el protagonismo, cuando se busca con tanta urgencia, casi siempre termina en ridículo.

Porque en política —y más en la era digital— no basta con ordenar tendencias: la gente detecta rápido cuándo le quieren vender humo. Y si algo quedó claro con #PetroLiderMundial es que, al menos en Twitter, nadie se tragó el cuento.

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