El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, emitió un contundente pronunciamiento tras los graves hechos de violencia registrados en el estadio Atanasio Girardot al término de la final de la Copa BetPlay 2025 entre Atlético Nacional y el Deportivo Independiente Medellín. El mandatario local rechazó categóricamente los disturbios protagonizados por asistentes que invadieron el terreno de juego, asegurando que estas personas no pueden ser consideradas aficionados al deporte, sino delincuentes que deberán responder ante la justicia por sus actos vandálicos.
Los desmanes se iniciaron minutos después de que Atlético Nacional se coronara campeón del certamen tras vencer 1-0 a su rival de patio. Según los reportes oficiales y videos de seguridad, una facción de la hinchada del equipo perdedor, ubicada en la tribuna norte y occidental, invadió la gramilla armada con objetos cortopunzantes, sillas y palos, intentando impedir la celebración del título verdolaga. La situación derivó en una batalla campal sobre el césped que requirió la intervención de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (Undmo) para retomar el control del escenario deportivo.
Ante la gravedad de los acontecimientos, Gutiérrez declaró que se ha iniciado un proceso riguroso de individualización de los responsables mediante el uso de cámaras de reconocimiento facial de alta tecnología instaladas en el estadio. El alcalde enfatizó que la administración distrital no tolerará que unos pocos «desadaptados» pongan en riesgo la integridad de las familias y asistentes que acudieron a disfrutar de la fiesta del fútbol en paz. En sus declaraciones, el burgomaestre fue enfático al señalar: «No son hinchas, se comportan como criminales. El que fue al estadio a agredir, a destruir o a generar miedo, responde ante la ley».
El balance preliminar de las autoridades indica que los enfrentamientos dejaron un saldo de 52 civiles y 7 uniformados de la policía lesionados con objetos contundentes. Además, se confirmó la agresión directa contra equipos periodísticos, incluyendo a una comunicadora de Telemedellín que fue amenazada por los vándalos para que no registrara los hechos. Como respuesta inmediata, la Alcaldía publicó un cartel con los rostros de los principales implicados, bajo el lema «querían ser famosos», instando a la ciudadanía a colaborar con su identificación para proceder con las respectivas capturas y judicializaciones.
Las consecuencias para el fútbol en la ciudad ya se empiezan a definir. Las autoridades locales analizan sanciones severas que incluirían el cierre total de las tribunas involucradas y la prohibición de ingreso de parafernalia para la temporada 2026. El alcalde Gutiérrez lamentó profundamente que, tras años de trabajo para consolidar a Medellín como un referente de convivencia en los estadios de Latinoamérica, este tipo de comportamientos premeditados empañen la imagen de la ciudad y traicionen la confianza de las instituciones y la sociedad civil.















