Las celebraciones de Año Nuevo en Medellín estuvieron marcadas por una serie de hechos violentos que dejaron cuatro muertos y al menos ocho heridos a tiros en diferentes sectores de la ciudad. Los homicidios se produjeron en varias comunas, incluyendo Santa Cruz, Castilla y Belén Altavista, y estuvieron relacionados con riñas, disputas entre bandas criminales y actos de intolerancia.
El primer incidente se registró en la madrugada del 1 de enero en la Comuna de Santa Cruz, donde una pelea entre varios individuos terminó en una balacera, resultando en la muerte de Juan Guillermo Franco Luján, mientras que otras tres personas resultaron heridas. En la misma madrugada, un ataque armado en el barrio Castilla dejó a una mujer, Gloria Restrepo, sin vida y a otras cinco personas heridas, incluidas una menor de edad y varios adultos. Se sospecha que este hecho fue producto de un ajuste de cuentas entre bandas del sector.
A lo largo del día, otras víctimas fueron registradas, entre ellas Sergio Patiño Vásquez, un hombre de 45 años que fue asesinado por un sujeto que lo atacó sin mediar palabra en Belén Altavista. Por la tarde, otro asesinato ocurrió en el barrio La Cruz de Manrique, donde un hombre de entre 25 y 30 años perdió la vida tras recibir varias puñaladas durante una discusión en su hogar. Los presuntos agresores fueron detenidos poco después.
Estos eventos se suman a los cuatro homicidios reportados durante las celebraciones de Nochevieja, dejando un saldo total de ocho personas asesinadas entre el 31 de diciembre y el 1 de enero. A pesar de la violencia registrada en Medellín, el resto del Valle de Aburrá vivió una celebración más tranquila, sin reportes significativos de hechos violentos.
La situación ha generado preocupación entre las autoridades, ya que los primeros días del año ya evidencian una preocupante tendencia en la violencia en la ciudad. El balance inicial de estos hechos sugiere que enero podría ser un mes de gran preocupación en términos de seguridad pública.