El Cónclave ya tiene fecha: el miércoles 7 de mayo de 2025 iniciará el proceso para elegir al 267º Sucesor de Pedro en la Capilla Sixtina del Vaticano. La decisión fue tomada por los cardenales durante la V Congregación General, celebrada este lunes 28 de abril en el Aula Nueva del Sínodo, según informó oficialmente la Santa Sede.
El anuncio marca el inicio formal del tiempo de sede vacante, posterior al fallecimiento del Papa Francisco el pasado 21 de abril, y tras la finalización de las Misas de sufragio ofrecidas por el eterno descanso del pontífice argentino.
De acuerdo con las normas eclesiásticas establecidas en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, el Cónclave se desarrolla bajo estrictas medidas de confidencialidad y aislamiento, con la participación exclusiva de los cardenales electores: aquellos menores de 80 años. En esta ocasión, serán 135 los purpurados habilitados para votar, provenientes de los cinco continentes, lo que garantiza una representación verdaderamente universal de la Iglesia.
Durante las jornadas del Cónclave, los cardenales llevarán a cabo hasta cuatro votaciones diarias, en la búsqueda del consenso necesario de al menos dos tercios para la elección del nuevo pontífice. Cada día comenzará con la celebración de la Santa Misa, pidiendo la asistencia del Espíritu Santo para que ilumine a los electores en la importante misión de discernir al próximo pastor de la Iglesia Católica.
Este será el primer Cónclave del siglo que se celebra tras la muerte de un Papa (no una renuncia), y se perfila como uno de los más numerosos y diversos de la historia, reflejo del proceso de internacionalización del Colegio Cardenalicio impulsado durante el pontificado de Francisco.
Desde todos los rincones del mundo, la comunidad católica está invitada a unirse en oración, pidiendo que el Espíritu Santo guíe este momento crucial para el futuro de la Iglesia.