El bus que transportaba al plantel de Millonarios fue objeto de un ataque con piedras al llegar al estadio Atanasio Girardot, instantes previos al clásico contra Atlético Nacional por los cuadrangulares semifinales del torneo. El suceso, advertido por el periodista Alexis Rodríguez de Win Sports, ocurrió cuando el vehículo transitaba cerca del acceso principal, momento en que barras se ubicaron frente al bus con extintores y lanzaron proyectiles para obligarlo a frenar.
Aunque no se reportaron heridos graves, el vidrio frontal resultó afectado por el impacto de las piedras, lo que generó preocupación por la seguridad del equipo visitante . Según testimonio del mismo periodista, la maniobra obstaculizó la visibilidad del conductor, aumentando el riesgo de un incidente mayor.
Este nuevo episodio de violencia en el fútbol colombiano evidencia una tendencia alarmante: el deterioro en los niveles de tolerancia y seguridad en partidos de alta rivalidad. A pesar de los esfuerzos de las autoridades y de los clubes, las inmediaciones del estadio continúan siendo foco de enfrentamientos que ponen en riesgo a jugadores, cuerpo técnico y aficionados. Eventos similares han ocurrido en años anteriores durante visitas de Millonarios a Medellín, lo que invita a reflexionar sobre la eficacia de los protocolos de protección es.wikipedia.org+1elpais.com+1.
El incidente también cuestiona la responsabilidad de las barras y la necesidad de mecanismos más rigurosos por parte de la Dimayor, clubes y autoridades locales. Acciones como controles de acceso, rutas seguras para los jugadores y castigos ejemplares para quienes atenten contra su integridad podrían ser la clave para evitar que hechos como este se conviertan en patrón durante clásicos y partidos trascendentales.