La primera dama de Colombia, Verónica Alcocer, habría buscado refugio en Estocolmo mientras lleva una vida de alto lujo, según una investigación del diario sueco Expressen. La publicación se conoce en paralelo a la histórica compra de 17 aviones de guerra Gripen E/F por parte del Gobierno colombiano a la firma sueca Saab, un contrato valorado en 34 mil millones de coronas suecas.
El medio sueco afirma que Alcocer llegó a Estocolmo en octubre, pocos días después de que el Gobierno de Estados Unidos incluyera a ella, al presidente Gustavo Petro y a su hijo Nicolás Petro en la lista de sanciones de la OFAC. Estas sanciones implican congelación de bienes y la prohibición de transacciones financieras con entidades estadounidenses, lo que también podría afectar operaciones en bancos colombianos por riesgo de exposición.
De acuerdo con Expressen, la primera dama primero se alojó en el Strand Hotel, cerca de Nybrokajen, y posteriormente se instaló en un apartamento en el centro de la capital sueca. Fuentes consultadas por el diario aseguran que Alcocer frecuenta restaurantes exclusivos, eventos privados y clubes de élite en la zona de Stureplan, donde ha sido vista junto a empresarios y celebridades locales.
Entre las personas con las que habría socializado se encuentran Kristofer Ruscon, fundador de la marca de champán Hatt et Söner; Sofia Strand, creadora de la marca de maquillaje Pixi; Olof Larsson, magnate de la relojería y propietario de Nymans Ur; y la DJ internacional Gunn Lundemo, quien, según la publicación, le habría ayudado a conseguir vivienda e introducirla en círculos sociales de alto nivel.
Según el reportaje, Alcocer también habría participado en fiestas privadas del club exclusivo Noppes y aparecido en fotografías con figuras públicas como Lee Lewenhaupt, Kishti Tomita y la periodista Alexandra Pascalidou. Incluso se menciona que la primera dama habría viajado a Francia con algunos de estos contactos, incluyendo a Jonathan Rex, exjefe de campaña del partido Folklistan.
La publicación añade que Alcocer ya era conocida en Suecia desde 2024, cuando ingresó sin invitación a una fiesta preelectoral de Folklistan en Hallwylska, lo que generó titulares en la prensa local. Durante ese mismo año, la primera dama acompañó a Petro en una visita oficial que incluyó encuentros con el Parlamento sueco, la familia real y el primer ministro Ulf Kristersson.
El reportaje también recuerda que, en Colombia, Alcocer ha sido centro de debates por sus gastos en giras internacionales, contratación de asesoras personales, estilistas y fotógrafos, así como por el uso de marcas de lujo como Cartier, según investigaciones previas de medios nacionales. Todo esto, mientras el presidente Petro había pedido austeridad fiscal en el gasto público.
En el plano diplomático, la situación ocurre en medio de un fuerte choque entre el presidente Petro y Donald Trump, quien ha acusado al mandatario colombiano de permitir el crecimiento de la producción de cocaína. El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, aseguró que el narcotráfico está “inundando” su país y responsabilizó directamente al Gobierno colombiano. Petro respondió en X denunciando ataques estadounidenses en aguas territoriales colombianas, mientras Trump replicó en Truth Social tildándolo de “jefe del narcotráfico”.
Expressen asegura haber intentado obtener declaraciones de Alcocer y de las figuras suecas vinculadas a los eventos reportados, pero no recibió respuesta. La publicación ha generado reacciones en Colombia, donde sectores políticos piden claridad sobre los gastos de la primera dama y las circunstancias de su estadía en Suecia, especialmente tras la reciente compra de los aviones Gripen.














