Cuarenta años después de la Toma del Palacio de Justicia, presidente de la Corte Suprema de Justicia exige “verdades por descubrir”

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La conmemoración del 6 de noviembre de 2025 marcará los 40 años de la Toma del Palacio de Justicia en Bogotá, un episodio que aún deja heridas abiertas y múltiples incógnitas. En este contexto, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Octavio Augusto Tejeiro Duque, afirmó en una entrevista reciente que subsisten grandes verdades por descubrir sobre los hechos ocurridos, tanto para las víctimas directas como para el sistema judicial y la sociedad colombiana en general.

El magistrado Tejeiro remarcó que “la historia de los hechos ocurridos en el Palacio de Justicia no se ha finiquitado y sus efectos no han concluido” y que las cicatrices están “presentes y muy profundas en la sociedad”. Entre los aspectos pendientes, señaló que aún no se ha determinado con claridad cuántas víctimas hubo y qué sucedió dentro del edificio tras la irrupción del comando armado.

Durante la entrevista, publicada por la revista Semana, Tejeiro identificó la desinformación como una de las principales amenazas al sistema judicial colombiano. “Cuando la sociedad pierde la confianza en sus jueces y en sus instituciones, la democracia comienza a desmoronarse”, expresó. También destacó que quienes se encontraban en el Palacio aquel día pueden considerarse “héroes”, y que su labor, “en cumplimiento de una misión constitucional”, debe ser reconocida.

En sus declaraciones, Tejeiro apuntó además que el desafío no reside tanto en elaborar una nueva constitución, como en aplicar correctamente la vigente. “El gran problema es si estamos cumpliendo con esa Constitución y el pacto que firmamos en 1991”, sostuvo. Sobre el estado de la seguridad judicial, alertó que aunque en Bogotá la sede del Palacio de Justicia cuenta con garantías, en varias regiones del país los jueces operan bajo condiciones de extrema presión.

El 6 y 7 de noviembre de 1985, comandos del M‑19 se tomaron el Palacio de Justicia, sede de la Corte Suprema de Justicia, y la posesión tuvo un desenlace violento con la intervención de la fuerza pública. El episodio dejó decenas de muertos, desaparecidos, y un profundo cuestionamiento al Estado de derecho. Las declaraciones de Tejeiro reafirman que, cuatro décadas después, sigue en curso la tarea de esclarecer responsabilidades y restituir la memoria.

En el marco del vigésimo aniversario del suceso, la Corte Suprema también ha realizado actos de homenaje a las víctimas y llamado a la reflexión sobre la memoria colectiva. En septiembre de 2025, Tejeiro participó en un acto en Bucaramanga en homenaje a los magistrados, funcionarios y civiles que perdieron la vida.

Este nuevo llamado, desde la más alta instancia judicial del país, coloca sobre la mesa la necesidad de retomar investigaciones, revisar archivos y fortalecer la transparencia institucional. El presidente de la Corte considera que, pese a los avances, aún faltan fragmentos para construir una verdad completa: “tenemos muchos fragmentos históricos, pero no tenemos una verdad completa y absoluta”.

A 40 años de su ocurrencia, la Toma del Palacio de Justicia sigue siendo un símbolo de la violencia política en Colombia, un episodio que interpela a la justicia, la memoria y la convivencia ciudadana. Las declaraciones de Tejeiro constituyen un llamado a reflexionar sobre el pasado, sin desviar la mirada de los retos presentes que afronta el sistema judicial y la democracia.

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