Por: Hernán Maldonado
El festejo será apoteósico, si los venezolanos atienden el pedido de su líder María Corina Machado de salir a las calles el 19 de octubre para celebrar… la canonización de los beatos José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles, aprobada por el papa Francisco antes de su muerte.
Cuando hace una semana María Corina hizo el llamado, muchos pensaron que ese era el día fijado para el retorno de la democracia en Venezuela, con la posesión de Edmundo González Urrutia, elegido el 28 de julio de 2024 por casi el 70% de los venezolanos.
Como decían las abuelas venezolanas de las velas: “Ni tanto que queme al santo, ni tan poco que no alumbre”.
¿Será que antes del 19 de octubre, bajo la enorme presión militar estadounidense, la tiranía de Nicolás Maduro y sus compinches habrá sido cosa del pasado?
El presidente Donald Trump no requiere autorización del Congreso para iniciar una guerra, dado que Estados Unidos considera ilegítimo al gobierno de Maduro, quien burló los resultados electorales para hacerse reelegir, con pruebas contundentes de los escrutinios guardados en un banco de Panamá por seguidores de González Urrutia.
Cuando empezó la movilización militar en el Caribe, todo hacía pensar que cualquier operación de captura de Maduro y su clan narcoterrorista del Cartel de los Soles, sería tipo quirúrgico, obra de comandos altamente preparados, como los que extrajeron a media docena de rehenes de Maduro que estaban refugiados en la embajada argentina en Caracas.
Hoy mismo se sigue pensando en esa posibilidad, que seguiría a una acción interna de los militares venezolanos disidentes, a pesar de que EE.UU. sigue reforzando su poderío en el sur del Caribe, que incluye la movilización en Puerto Rico de la poderosa 82ava división aerotransportada, utilizada solo para acciones de envergadura.
La tiranía está entregando armas a sus milicias. No convocó a la reserva militar, miles de cuyos hombres odian al dictador por haber sido dados de baja por mínimas sospechas de ser opositores y de estar actualmente mantenidos con pensiones de hambre.
Expertos señalan que la movilización estadounidense es a un costo de $us 50 millones diarios. Semejante gasto no va a ser para hacer volar por los aires pequeñas lanchitas cargadas de droga, como ha ocurrido hasta ahora con cuatro de ellas.
“Salir a las calles” el 19 de octubre, ¿solo para alegrarse por los nuevos santos venezolanos, o para ver también brillar de nuevo el sol de la democracia?
Amanecerña y veremos.