El viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossío, afirmó este jueves que la isla no participará en una guerra contra Estados Unidos en defensa de Venezuela, dejando claro que la alianza con el gobierno de Nicolás Maduro se limita al plano político y solidario.
“No vamos a entrar en guerra con Estados Unidos”, declaró el funcionario, subrayando que La Habana mantendrá su apoyo a Caracas, pero sin implicaciones militares. Recalcó que Cuba continuará respaldando a un país de la región que considera amenazado por Washington, aunque descartó cualquier envío de tropas o participación bélica.
El diplomático expresó su “profunda preocupación” por lo que calificó como una “postura amenazante” de la Casa Blanca, advirtiendo que un eventual conflicto en Venezuela afectaría la estabilidad de toda América Latina.
En las últimas semanas, Estados Unidos ha incrementado su despliegue naval en el sur del Caribe bajo la cobertura de operaciones antidrogas. La iniciativa incluye la interceptación y destrucción de embarcaciones que, según las autoridades norteamericanas, transportaban drogas desde Venezuela.
De manera paralela, la Armada estadounidense realizó lanzamientos de prueba de misiles Trident II D5 desde submarinos en aguas del Caribe, ejercicios visibles desde Puerto Rico y reportados entre el 17 y el 21 de septiembre como parte de una serie de pruebas de armamento estratégico.
Con este pronunciamiento, el gobierno cubano busca marcar límites en su alianza con Caracas: solidaridad política y diplomática, pero sin involucrarse en acciones armadas contra Washington, en medio de un contexto de creciente tensión militar en la región.