Millonarios confirmó la salida de David González como su entrenador después de un inicio de temporada para el olvido en la Liga BetPlay. El conjunto capitalino atraviesa uno de sus peores momentos deportivos recientes: ocupa el último lugar de la tabla con apenas un punto de 18 posibles. La derrota frente a Unión Magdalena, en partido aplazado de la primera fecha, fue el detonante para que las directivas del club tomaran la decisión.
El ambiente en el estadio fue tenso desde el inicio. Los hinchas expresaron su descontento con fuertes insultos hacia el cuerpo técnico y los jugadores. En la segunda parte, la frustración derivó en una protesta inusual: decenas de aficionados lanzaron zapatos a la cancha, obligando a detener el partido durante varios minutos. Este episodio simbolizó la ruptura entre la afición y el proceso de González, que no logró consolidarse en el banquillo azul.
En la rueda de prensa posterior al encuentro, González, visiblemente afectado, confirmó su salida. “Es una situación compleja. Lo que se vivió en el estadio es difícil, no es el espectáculo que la gente quiere ver. Después del partido me comunicaron que no continúo. La situación es insostenible y entendible desde el punto de vista de los directivos”, expresó el estratega. Sus declaraciones reflejaron la magnitud de la crisis que vive el club bogotano.
La salida del entrenador no fue por renuncia, sino por destitución, lo que implica que la institución deberá pagarle una indemnización por la terminación anticipada de su contrato. Tanto él como sus asistentes mostraron señales de frustración y tristeza ante el abrupto final de un proceso que nunca encontró rumbo.
El mal arranque del semestre se convirtió en una bola de nieve que arrastró a la plantilla y al cuerpo técnico a un escenario insostenible. La presión de la hinchada, los resultados negativos y la falta de respuestas en el terreno de juego precipitaron la decisión de las directivas, que ya buscan alternativas para enderezar el rumbo en el campeonato.