A pocos días de que se conozca el sentido del fallo en el histórico juicio contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez, el presidente Gustavo Petro hizo su primera declaración pública sobre el proceso judicial por presunta manipulación de testigos. En un mensaje difundido a través de sus redes sociales, Petro aseguró que su deber como jefe de Estado es proteger la independencia judicial, cualquiera sea la decisión que adopte la jueza del caso, Sandra Liliana Heredia.
El mandatario explicó que hasta ahora había evitado referirse al proceso por respeto a las partes y al sistema judicial, pero que decidió intervenir debido a lo que considera una creciente presión sobre la jueza. “Nunca, siendo presidente, me he pronunciado en el caso judicial que se sigue al expresidente Álvaro Uribe Vélez. Consideré mi deber no hacerlo por respeto a él y a la justicia en general. Veo la enorme cantidad de presiones sobre la justicia que se ha desatado”, escribió Petro.
El pronunciamiento fue acompañado por una columna del exmagistrado José Gregorio Hernández, en la que se alerta sobre intentos de influir en la jueza mediante redes sociales y medios de comunicación. Petro reafirmó que los jueces deben actuar “con total imparcialidad, independencia y objetividad” y que como presidente tiene la responsabilidad de respaldar la legitimidad de las decisiones judiciales.
La respuesta del expresidente Uribe no se hizo esperar. A través de su cuenta en la red social X, acusó a Petro de mentir y de interferir previamente en asuntos judiciales relacionados con él y su familia. “Presidente, deje el vicio de mentir”, escribió Uribe, recordando una publicación del 9 de abril en la que Petro se refirió al proceso como una consecuencia de la investigación del genocidio colombiano y su supuesta conexión con alianzas entre políticos y estructuras paramilitares.
Uribe, quien enfrenta cargos por soborno, soborno en actuación penal y fraude procesal, sostiene que es inocente y que nunca envió emisarios para manipular testigos en su favor. Ha insistido en que su único propósito fue defender su reputación frente a señalamientos del senador Iván Cepeda, a quien acusa de una persecución política en su contra desde hace años.
El fallo judicial se conocerá el próximo lunes 28 de julio a las 8:30 a.m., en una audiencia clave que definirá si el exmandatario será absuelto o enfrentará una condena. La Fiscalía y la parte civil insisten en la responsabilidad de Uribe, mientras que su defensa, respaldada por la Procuraduría, sostiene que no hay pruebas concluyentes en su contra.
El proceso, considerado uno de los más trascendentales en la historia reciente del país, ha estado marcado por irregularidades en la recolección de pruebas, testimonios contradictorios y un intenso debate mediático. El pronunciamiento de Petro añade una nueva capa de tensión al entorno político y judicial de cara a una decisión que podría tener profundas repercusiones en el panorama institucional colombiano.