El presidente Gustavo Petro evalúa cambios significativos en su gabinete a pocos meses del cierre de su periodo, según Blu Radio. Se trataría de una reconfiguración con destino estratégico: Armando Benedetti pasaría del Ministerio del Interior a la Cancillería, mientras Guillermo Alfonso Jaramillo, actual ministro de Salud, asumiría el despacho del Interior.
Los movimientos se inscriben dentro del mensaje enviado por Petro en un Consejo de Ministros reciente, en el cual criticó el desempeño de algunos funcionarios. “No encuentro el gabinete que cumpla el Programa de Gobierno, y ese programa es un mandato popular”, denunció, advirtiendo que realizará “cambios radicales”. Según El Colombiano, también saldrían otros ministros, entre ellos los titulares de las carteras de Igualdad y Ambiente.
La modificación de los gabinetes no sería inmediata, ya que se deberá cumplir con la paridad de género, escogiendo al menos dos ministras para los cargos vacantes. La operación ministerial se produce en un momento crucial: durante el último año de gestión, con reformas pendientes en salud, presupuesto, y geopolítica internacional.
El traslado de Benedetti a la Cancillería tendría sentido estratégico, dado su rol como negociador clave en el Congreso, especialmente en la reforma a la salud y trabas legislativas. Mientras tanto, Jaramillo asumiría funciones en Interior, donde deberá canalizar consenso para proyectos centrales como el presupuesto nacional y la reforma tributaria.
Este repliegue del gabinete también ha sido interpretado por analistas como respuesta a la insistente presión por reforzar un entorno de lealtad, tras constantes críticas y escándalos internos. En este contexto, Petro optaría por rodearse de fieles efectivos que respalden su agenda y, eventualmente, su aspiración de postular una modificación al mandato constitucional.
De concretarse, se sumaría a un historial de más de 50 ministros removidos desde el inicio de su gobierno. La medida también implicaría ajustes en la dinámica del Congreso y el escenario internacional, especialmente si Benedetti asume posición diplomática. El remezón ministerial promete reactivar el debate político y legislativo en Colombia.