Israel ha confirmado la deportación de 171 activistas, entre ellos la reconocida defensora del clima Greta Thunberg, quienes habían sido detenidos tras la interceptación en el mar de la Global Sumud Flotilla, una iniciativa civil que pretendía romper el bloqueo naval sobre Gaza.
Las autoridades israelíes indicaron que los deportados fueron enviados a Grecia y Eslovaquia, tras un proceso administrativo que el gobierno califica de legítimo dentro de sus funciones de seguridad nacional. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, todos los deportados recibieron acceso a alimentación, agua, servicios sanitarios y asesoría legal durante el proceso.
Organizaciones que representan a los activistas detenidos, como Adalah, denuncian que muchos sufrieron tratos degradantes, condiciones insalubres, retención prolongada sin atención médica adecuada y humillaciones físicas durante su cautiverio. Algunos activistas permanecen en prisión israelí, e incluso han iniciado huelgas de hambre o se niegan a beber agua como protesta por las condiciones.
El operativo marítimo de la flotilla contó con unas 45 embarcaciones y más de 400 participantes de más de 40 países, entre parlamentarios, juristas, activistas y representantes de la sociedad civil, con el objetivo simbólico de entregar ayuda humanitaria a Gaza. Israel, por su parte, sostiene que la flotilla era una provocación mediática y que no transportaba ayuda sustancial, por lo que su intervención fue necesaria para proteger su seguridad.
Las expulsiones más recientes elevan a 341 la cifra total de deportados del universo de 479 detenidos vinculados a esta flotilla. La inclusión de Thunberg en el grupo deportado ha amplificado la cobertura mediática internacional del incidente y ha generado una mayor presión diplomática sobre Israel.
La acción se produce en medio de negociaciones diplomáticas encabezadas por Egipto para alcanzar un alto al fuego entre Israel y Hamas, y mientras organizaciones humanitarias alertan sobre la escalada de la crisis humanitaria en Gaza, donde el bloqueo y los bombardeos han provocado escasez crítica de alimentos, agua y servicios médicos.
Hasta ahora, Gaza ha registrado más de 67 mil víctimas según su ministerio de Salud, y la presión internacional está dirigida a asegurar rutas de ayuda seguras y supervisadas para aliviar el sufrimiento de su población civil.