Este domingo 18 de mayo, el Papa León XIV dará inicio oficial a su pontificado con la solemne misa de entronización en la Plaza de San Pedro del Vaticano. La ceremonia, prevista para las 10:00 a.m. (hora local), reunirá a miles de fieles y a más de 150 delegaciones diplomáticas de todo el mundo, incluyendo jefes de Estado, líderes religiosos y representantes de organismos internacionales.
Durante la liturgia, el nuevo pontífice recibirá el palio y el anillo del pescador, símbolos que representan su autoridad como Sucesor de Pedro y su compromiso como pastor universal de la Iglesia. Este rito marca litúrgicamente el inicio de su ministerio petrino, aunque su elección ya fue formalizada tras el cónclave celebrado el pasado 11 de mayo.
León XIV —de nombre civil Robert Francis Prevost— es originario de Chicago, nacionalizado peruano y con un largo servicio pastoral en América Latina, especialmente como obispo de Chiclayo. Su elección ha sido recibida con esperanza en sectores eclesiales y sociales, especialmente por su cercanía al pueblo, su experiencia misionera y su perfil intelectual y espiritual.
La misa será transmitida en vivo por canales internacionales como RTVE, que iniciará su cobertura a las 9:00 a.m. en La 1, Canal 24 Horas y RTVE Play, además de plataformas digitales del Vaticano y medios católicos globales.
Además de la entronización, está programada la toma de posesión de la Cátedra Romana en la Basílica de San Juan de Letrán para el próximo domingo 25 de mayo, un acto simbólico que reafirma su rol como Obispo de Roma, título central en su liderazgo espiritual.
El Papa León XIV ha señalado que su pontificado estará guiado por tres ejes fundamentales: paz, justicia y verdad, como lo expresó en su reciente audiencia con el Cuerpo Diplomático. Su liderazgo comienza en un contexto global complejo, con desafíos como las guerras, las crisis migratorias, el avance de la inteligencia artificial y el cambio climático, temas que ya ha mencionado como prioritarios.
Con esta misa, la Iglesia Católica entra oficialmente en una nueva etapa bajo el liderazgo de un pontífice que promete continuidad con el espíritu reformador de Francisco, pero también un estilo propio, arraigado en el diálogo, la escucha y la esperanza.
