Por: Jordelio
Existen seres humanos que siempre los han llevado de la mano, los han acomodado en sillas reclinomaticas, obedecen como las ovejas de un rebaño, y son quienes hablan más duro arriando el ganado.
El camino de la vida tiene piedras criollas y calizas, tiene rosas pero también tiene espinas, tiene bajadas y subidas que solo los arrieros domaron en aquella época de cotizas.
Los caminos asfaltados con olor a brea cualquiera los camina con un poncho al hombro, una de guaro y una hermosa dama maquillada con cirugías.
Existen algunos que primero mandan al culebrero a despejar el camino y luego, con la nueve al cinto quitan del camino a aquellos que no siguen sus caprichos.
El camino de la vida tiene atajos que muchos aprovechan para llegar primero a la cima, pero se pierden en el rastrojo porque existen pavas que engañan al que camina.
Al lado de un hombre flojo siempre existe una guerrera que pone el pecho a la brisa.
Al lado de un hombre guerrero siempre existe una enfermera que cura sus heridas.
Envigado 4 de 2024