El proyecto del Metro de la 80 dio un nuevo paso con la finalización de las obras de traslado de redes de alcantarillado en el sector del Rinconcito Ecuatoriano, una labor que se extendió durante 16 meses y comprendió la reubicación de 246 metros de redes subterráneas, además de la construcción de cuatro estructuras complementarias. La intervención busca evitar interferencias con la operación del futuro sistema férreo, garantizando su funcionamiento continuo y seguro una vez entre en servicio.
Los trabajos se desarrollaron en la transversal 78 entre carreras 67 y 69, en el barrio Córdoba, y emplearon una metodología innovadora de construcción sin zanja. Este método permitió mantener la movilidad y reducir el impacto sobre la vida cotidiana de los residentes. “Es un trabajo pionero para obras similares que haremos en el corredor, puesto que utilizamos una metodología que permitió que fluyera el tráfico y la comunidad pudiera continuar con su vida rutinaria. Agradecemos su apoyo y comprensión”, señaló el gerente general del Metro, Tomás Andrés Elejalde Escobar.
Las obras forman parte de la preparación técnica para la instalación del sistema férreo, asegurando que futuros mantenimientos o modernizaciones de las redes de servicios públicos no interfieran con la operación del Metro de la 80. Además, contribuyen a consolidar un proyecto que beneficiará a más de un millón de habitantes del Valle de Aburrá y mejorará significativamente la movilidad en el occidente de Medellín.
El secretario de Infraestructura Física, Jaime Andrés Naranjo Medina, destacó el impacto urbano del avance: “Estas obras representan un avance para el desarrollo local, al mejorar la movilidad y la calidad de vida. Medellín se transforma en una ciudad más moderna, segura y eficiente, preparada para los retos de la movilidad sostenible y el crecimiento urbano”.
El Distrito informó que actualmente las demoliciones de predios en el sector de San Germán alcanzan un 49,45 % de ejecución, mientras que el avance en el patio taller llega al 84 %, y el multitubular que llevará la energía al sistema desde la subestación EPM–Colombia, en Calasanz, registra un 81 %. Estos indicadores consolidan el progreso del proyecto, considerado una de las obras de infraestructura más estratégicas para el futuro de la capital antioqueña.














