Elon Musk anunció este viernes su salida del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una entidad creada por el presidente Donald Trump para reducir el gasto público federal. Su renuncia se produce tras 130 días en el cargo y después de expresar su desacuerdo con la agenda legislativa republicana, especialmente con el proyecto de ley conocido como «One Big Beautiful Bill».
En una entrevista con CBS News, Musk manifestó su decepción con el proyecto de ley impulsado por la administración Trump, calificándolo como un «proyecto de gasto masivo» que incrementaría el déficit federal y socavaría los objetivos del DOGE. «Creo que un proyecto de ley puede ser grande o puede ser hermoso, pero no sé si puede ser ambas cosas», afirmó Musk.
El proyecto de ley, que combina recortes de impuestos con un aumento en el gasto en defensa y migración, fue criticado por Musk por contradecir los principios de eficiencia y reducción del gasto que él promovía desde el DOGE.
Durante su mandato al frente del DOGE, Musk implementó medidas agresivas para reducir el gasto gubernamental, incluyendo el despido de más de 260,000 empleados federales y el cierre de agencias como USAID. Aunque prometió recortar dos billones de dólares del déficit fiscal, solo logró reducir aproximadamente 175,000 millones, muy por debajo de las expectativas iniciales.
Estas acciones generaron una fuerte oposición en Washington, donde se criticó la cultura corporativa agresiva importada de Silicon Valley y las medidas drásticas que afectaron a numerosos empleados y programas gubernamentales.
A pesar de las tensiones recientes, el presidente Trump despidió a Musk con elogios, destacando su labor en la reducción del gasto gubernamental y entregándole una «llave dorada» como símbolo de agradecimiento. Trump afirmó que Musk «no se va realmente» y que continuará asesorando informalmente a la administración.
Musk, por su parte, expresó su intención de regresar a sus empresas, Tesla y SpaceX, para enfocarse en sus operaciones comerciales, especialmente después de enfrentar una caída del 71% en las ganancias trimestrales de Tesla y un lanzamiento fallido de SpaceX durante su tiempo en el gobierno.
El DOGE, establecido por orden ejecutiva en enero de 2025, tenía como objetivo modernizar la tecnología gubernamental, maximizar la productividad y eficiencia, y eliminar el gasto innecesario. Aunque Musk afirmó que el DOGE podría eventualmente ahorrar un billón de dólares, las cifras oficiales indican que los ahorros reales fueron significativamente menores, y algunos análisis sugieren que las acciones del DOGE podrían haber costado al gobierno más de lo que ahorraron debido a la pérdida de productividad y otros factores.
La salida de Musk marca el fin de una gestión controvertida que, si bien buscaba transformar la eficiencia gubernamental, enfrentó numerosos desafíos y críticas tanto dentro como fuera de la administración.
