Contracorriente: alcalde, mucha falta hace Mi Río 

TotusNoticias

Por Ramón Elejalde Arbeláez (Foto)

En la administración del doctor Omar Flórez Vélez, en el año 1992 fue creado el Instituto para el Manejo Integral del Rio Medellín y sus Quebradas Afluentes y que todos conocimos como Mi Rio. Uno de sus promotores en el Concejo de la ciudad, fue el dirigente Alfonso Núñez Lapeira. Con esta institución se buscó un tratamiento integral a los problemas ambientales, sociales y económicos alrededor del rio Medellín y todas sus quebradas tributantes, dentro de la ciudad. 

Objetivo central de Mi Rio fue recuperar y proteger el sistema hídrico del Valle de Aburrá, especialmente el rio que recorre la región de sur a norte y sus afluentes. Fueron igualmente propósitos del Instituto: reducir la contaminación, prevención de inundaciones, reforestación de cuencas, educación ambiental y, además, la generación de empleo, acudiendo a labores manuales de limpieza y mantenimiento. No podemos olvidar que esta institución se preocupó igualmente por la participación comunitaria y la inclusión social, vinculando a muchos jóvenes a la economía de la ciudad, es decir, brindó trabajo y entregó oportunidades a la muchachada de Medellín. Además, desde su aula ecológica, entregó formación ambiental a muchas personas de la ciudad, aula que el tiempo ha venido destruyendo.  

La Inteligencia Artificial nos dice que Mi Rio prodigó logros tan importantes como: 1- Limpieza y mantenimiento, pues se recogieron cerca de veinte mil toneladas de basura y sedimentos del rio y sus quebradas y se adecuaron ciento ochenta y siete mil metros cuadrados de taludes. 2- Se ejecutaron labores de revegetación y reforestación en diversas quebradas, incluyendo El Hato, La Chuscala, El Salado y La López. 3- Se llevaron a cabo talleres y cineforos dirigidos a comunidades, maestros y líderes juveniles, fomentando la conciencia ambiental y la participación ciudadana. 4- Se generaron cerca de treinta y cinco mil empleos temporales a través del programa “Parce” (Programa de Aseo, Recuperación de cuencas y Empleo), integrando a jóvenes en riesgo social en actividades productivas y de impacto positivo para la ciudad.  

Mi Rio desaparece en el año 2002, durante la administración del alcalde Luís Pérez Gutiérrez y sus funciones fueron adscritas a la recién creada Secretaría de Medio ambiente. Muchas críticas recibió esta decisión por la disminución en la eficacia y autonomía en la gestión de los recursos hídricos de la ciudad. El tiempo y las calamidades que vive el Valle de Aburrá, durante tiempos de invierno, le han venido dando la razón a esos fustigadores.  

Los desafíos del crecimiento, a veces descontrolado de la ciudad, el irrespeto a los retiros obligados por normas vigentes de construcciones a orillas del rio y sus quebradas, la contaminación por arrojar desechos y las inundaciones frecuentes y cada día más calamitosas, vienen clamando la necesidad de revivir a Mi Rio o algo que se le parezca. Las experiencias que dejó el Instituto fueron fructíferas y reconocidas, su terminación resultó un error garrafal para Medellín y el Valle de Aburrá.  

Alcalde, este es un reto que Usted tiene y es la necesidad de una ciudad que requiere prevenir tantos dolores y tantas tristezas. 

Comparte este artículo