Cambio Radical descarta consulta interpartidista en marzo y define nueva ruta para las presidenciales 2026

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El partido Cambio Radical oficializó ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) su decisión de no participar en la consulta popular interpartidista programada para marzo de 2026. La colectividad remitió una comunicación formal al organismo electoral en la que desiste de utilizar este mecanismo para la selección de su candidato único a la Presidencia de la República, optando por una estrategia diferente de cara a la contienda electoral.

La determinación se da a pocos días de que venza el plazo legal para que los partidos políticos confirmen o retiren su intención de participar en las consultas, fecha límite establecida para el próximo 22 de diciembre de 2025. Con esta maniobra, el partido liderado naturalmente por el exvicepresidente Germán Vargas Lleras busca evitar el desgaste temprano que suponen las elecciones primarias y concentrar sus esfuerzos en fortalecer sus listas al Congreso de la República.

Fuentes cercanas a la colectividad señalan que la decisión responde a un análisis interno sobre la conveniencia política del momento. Al no someterse a la consulta de marzo, Cambio Radical se reserva la libertad de definir su candidatura presidencial mediante mecanismos internos, como una convención estatutaria, o incluso llegar directamente a la primera vuelta presidencial con un aspirante propio que aglutine a sectores de la oposición.

Este movimiento político no es aislado en el panorama actual. Otras fuerzas tradicionales, como el Partido Liberal, también han manifestado su intención de apartarse de las consultas interpartidistas de marzo, lo que reconfigura el escenario electoral. La tendencia sugiere que los grandes partidos están priorizando la consolidación de sus bancadas legislativas antes de entrar de lleno en la disputa por la Casa de Nariño.

La figura de Germán Vargas Lleras permanece central en esta estrategia. Aunque el exvicepresidente no ha oficializado una candidatura, la bancada de su partido ha insistido reiteradamente en su nombre como la carta más fuerte para enfrentar a los sectores progresistas. Al descartar la consulta, el partido blinda a su posible candidato de confrontaciones prematuras con otros aspirantes de la centro-derecha en las urnas.

Con la notificación entregada al CNE, se despeja una de las incógnitas del calendario electoral de 2026. La atención se centra ahora en cómo se articularán las alianzas para la primera vuelta, dado que la «Gran Consulta» de la derecha y centro-derecha podría perder a varios de sus protagonistas institucionales, quienes preferirían medir fuerzas directamente en la elección general de mayo.

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