Vistazo a los hechos: El señor del odio y de la venganza

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Por: Gabriel Zapata Correa 

Es muy lamentable que el autoritario presidente que nos gobierna haya convertido a Antioquia y Medellín en sus peores enemigos. El gobernador Andrés Julián Rendón y el alcalde Federico Gutiérrez son sus objetivos políticos y no hay día en que el mandatario nacional, un hombre sin grandeza de presidente, ataque a Antioquia o a Medellín, o al gobernador y al alcalde, hasta el punto de calificarlos de “fascistas”. No mide Petro el alcance de esta palabra, como no midió en ningún momento los discursos agresivos contra Miguel Uribe Turbay, que condujeron a su execrable asesinato. Son numerosas las frases de Petro atacando violentamente a Miguel Uribe y los trinos colocándolo irremediablemente en la mira de quienes finalmente lograron su objetivo.

Lo mismo está sucediendo con el gobernador y el alcalde, quienes han tenido que salir oportunamente a defenderse del mandatario, quien como dice el alcalde Fico, solo se acuerda de Medellín para venir a subirse en una tarima con los cabecillas de las bandas de criminales y traquetos del Valle de Aburrá.

Aparte de ponerse del lado de los criminales y bandidos, ¿cómo más podría interpretarse este acto de desafío institucional, sino como una acción provocadora contra los mandatarios locales?

Petro está jugando con candela. Un presidente que se autoproclama gestor de la paz y de la vida, pero que con su lenguaje de “vida o muerte” promueve unas acciones violentas en contra de quienes no están de acuerdo con sus postulados o, como en el caso de los mandatarios Rendón y Gutiérrez, están sufriendo en sus regiones en carne propia el fracaso de la paz total, y las alianzas del gobierno nacional con los cabecillas de las bandas de los traquetos criminales que lo apoyaron en su campaña presidencial.

Esa es la pura verdad, y el propio presidente, con aires de Nicolás Maduro que no puede ocultar, se ha encargado de buscar por todas las formas y maneras restarles confianza y credibilidad a las instituciones que son las sólidas columnas de nuestra democracia.

El autoritario presidente que nos gobierna con tono de dictador, ha pretendido que Antioquia y Medellín suframos sus desafueros en diferentes instituciones que han sido ejemplo de orden y transparencia, como por ejemplo EPM.

Cita El Colombiano, que este jueves Petro dijo que esa empresa pública, según él, “sirvió fue para sostener como contratista a grandes empresas privadas asociadas en un grupo económico, que se la robaron a través de Hidroituango y generaron billones de pesos de déficit que pagan los colombianos con las tarifas públicas”.

Y anunció que la Superintendencia de servicios “debe actuar contra esta situación de carencia de agua potable para la población”. El autoritario dictadorzuelo que manda desde Palacio acude a falsas premisas para lanzar acusaciones al vuelo que no tienen otro objetivo que hacer daño reputacional a instituciones que han sido ejemplo en su manejo transparente como EPM, tan sólida en su tradición histórica que se salvó del tsunami de corrupción de la administración pasada.

Como si fuera poco, este gobierno aprobó las Área de Protección para la Producción de Alimentos (Appa), que entrarán a regir en algunas zonas e Antioquia. Para el gobernador Rendón esta medida también es una intromisión del Gobierno Petro pues “podrá decidir sobre usos productivos del suelo y establecer restricciones a ciertas actividades económicas (…) una afrenta a la autonomía de los municipios y departamentos que está definida en la Constitución”.

Pero hay más en su persecución contra Antioquia. Este gobierno Petro está al día con todos los canales regionales, menos con Teleantioquia al que le adeuda más de $3 mil millones. Igual pasa con los retrasos en los giros para el presupuesto del Programa de Alimentación Escolar. A Petro no le importa que para saciar su sed de venganza tengan que sufrir los niños y niñas de Antioquia.

Pero Petro no para. Con esta frase para desquitarse del presidente de la Andi, Bruce Mac Master, atacó así a Sura el 7 de septiembre: “lo que no ha tenido límites es la ANDI manejada por el GEA y hay que ponerle límites, que es el poder público. Por eso SURA era la que más robaba dineros de la salud a través de presentar muertos como pacientes y el sobrevalor (sic) de los medicamentos”. ¿Sabe Petro que el GEA ya no existe? A él no le importa tergiversar la verdad, sino tranquilizar su odio contra las instituciones de Antioquia. El odio que alimenta su alma de mal presidente.

A medida que se le vaya agotando el tiempo de su mal gobierno, le quedan aún unos 363 días, el autoritario presidente subirá el tono de sus ataques al gobernador Rendón, al alcalde Gutiérrez y a Antioquia y a Medellín. Estemos preparados.

Tenemos que rodear a nuestros mandatarios para que este territorio no caiga en las garras de Petro, el mayor defensor del vecino dictador Nicolás Maduro y eso sí, de quien no le importa que sea el principal violador de los derechos humanos del continente.

Porque Petro es el señor del odio y de la venganza.

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