Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal
Tenemos que estar muy jodidos como país para que hayan sido los elenos los que se adelantaron a empuñar la bandera contra el abusivo presidente Trump y su amenazadera de castigar a Petro y a Colombia de la misma manera que a Venezuela. No levantó la voz ninguno de los candidotes presidenciales. No hubo una proposición enérgica en el Senado o la Cámara. Fueron los elenos, en guerra contra la sociedad colombiana desde hace más de 50 años, los que ordenaron un paro armado en protesta… para acabarnos de joder.
Tenemos que estar muy jodidos en este país para que nos toque presenciar la renuncia en masa de los escritores zurdos que, como rosca empalagosa, han ordeñado por años las invitaciones al Festival Hay de Cartagena, en protesta dizque porque sus organizadores invitaron a María Corina Machado a participar como conferencista.
Tenemos que estar muy jodidos en este país para que todas las posibilidades de dialogar, para unificar criterios y librar batallas futuras juntos, se desmoronen tan fácilmente. Los zurdos, que habían inventado unas elecciones primarias para que alrededor del Pacto Histórico tuvieran un solo candidato, ya tienen a Carlos Caicedo irrumpiendo con ganas en la campaña presidencial, y apenas se dan cuenta de que la fórmula del Frente Amplio de Roy no puede cobijar a Cepeda porque ya participó en otra consulta.
Tenemos que estar muy jodidos en este país para que no nos hayamos enterado de que el servicio de salud que gozábamos hayan preferido volverlo mierda, en aras de una venganza presidencial contra unos propietarios de las EPS.
Y, finalmente, tenemos que estar muy, pero muy jodidos en este país para que no nos hayamos convencido de que nos están desbaratando a Ecopetrol para satisfacer a una secta antiextractivista que predica que a la tierra no se la puede herir con perforaciones buscando gas o petróleo.















