Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal
Hoy cumple 80 años de fundada la Universidad del Valle, donde me eduqué, donde fui profesor y, después, Honoris Causa. Pocos deben recordar que la feudal burguesía vallecaucana había impedido, hasta 1945, que Cali tuviese universidad. Desde comienzos del siglo XIX estaban funcionando, en provincia, la Universidad del Cauca y la Universidad de Antioquia. De ellas y de las tradicionalistas y coloniales universidades bogotanas habían salido, hasta entonces, los presidentes de Colombia y la clase dominante de la pirámide social de la nación.
En el Valle, educarse era un delito para los dueños de las grandes haciendas que el censo de Carlos III había cifrado en menos de 90 predios. La persistencia de la esclavitud y la marca siempre hiriente del racismo, con que se fogoneaban esos riquitos, partía de la base de que solo se podía dominar a la plebe si se le impedía educarse.
Muchos de esos criterios aún subsisten y han generado los estallidos sociales regionales que ya empiezan a ser clasificados. En 1945, cuando yo estaba naciendo, don Tulio Ramírez, un profesor de bachillerato de tiempo completo que creía en las bondades de la educación superior, se le midió a la aventura y arrancó con lo que, poco después, sería la Universidad del Valle.
Le conocí 20 años después de aquel acto heroico, cuando yo era estudiante de Letras y él, con su humildad a borbotones, había aceptado ser Decano de Bienestar Universitario. No solo porque no tenía el currículum doctoral que exigían los gringos de la Rockefeller, que la patrocinaban, sino porque era consciente de que, al vigilar desde dentro el avance de su fruto, estaba cumpliendo con su deber.
Su secretaria perpetua, la inolvidable Elba Leonor Ortiz Casas, me patrocinó una y decenas de charlas con don Tulio para aprender sobre los saltos y sobresaltos de la Universidad del Valle. Cada vez me sentía más orgulloso de oírle. Tanto como me percibo hoy, comprobando que aquel esfuerzo llega a los 80 años vestida con entusiasmo y cargada de tantas esperanzas como las tuvo en 1945.