Por: Federico Senior
Agradecimiento profundo y sincero para el Señor Presidente de la República, su puesta en escena del pasado 4 de febrero ha sido uno de los actos de gobierno que más debemos apreciar los ciudadanos, de nuevo gracias, eternas gracias, nos deja constancia de su absoluta incapacidad para gobernar, nos deja inequívoca certidumbre de un muy probable desajuste en su personalidad, que sea cual fuere, nos indica el serio peligro en el que nos hayamos, al parecer el timón del barco está en manos de un ciego.
Nada mejor se puede esperar de su equipo de gobierno, todos nombrados por usted, con el insoslayable común denominador de ser personas inadecuadas, de diferentes origen y pelambre, los unos, los más indignos, aquellos oportunistas que nada tienen que ver con su proyecto marxista, que solo buscan la tajada de poder del que requieren para perpetuarse en él, los otros, los revolucionarios, todos con la impronta de la rebeldía, de esa sin fundamento y por ende improductiva, están entonces los ambientalistas, para esos que todo va en contra de natura, los barbados y las que se afeitan el cabello hasta la mitad, los drogadictos que se ufanan de serlo y que a base de grotescos y arrabaleros “twits” pretenden ser los guías de la educación, y el resto, del que todos tenemos noticia y las peores referencias.
La pregunta que ronda por todo lado, es ¿Qué quiso hacer Petro, montando semejante farsa escénica?, para responder cual fue esa verdadera intención, habría que ahondar en el oscuro y borrascoso pensamiento presidencial, pero sin mucho especular, lo evidente es que estamos ante el desarrollo de la campaña presidencial, para la cual, el Señor Petro está sacando cuentas, sabe bien, que ya no son suyos (dejaron de serlo hace mucho tiempo) los once millones y pico de votos, consiente es de que ha habido una severa desbandada causada por los votantes defraudados debido a su pésima gestión, así que debe él estar contando con seis o siete millones de votantes, y que si sabe manejar la situación, con eso, volverá a ganar las elecciones, obviamente en cuerpo ajeno, pero las ganaría.
¿Que como lo haría?, fácil, el terreno está abonado, se lo mostramos a diario sus contradictores, se lo muestran a cada hora sus adversarios políticos, hay una inquietante división, y no en dos o tres, sino como en diez, cada uno de esos “pedazos” está liderado por un ente ególatra, que se cree con el soberano derecho de ser el elegido, así que nunca abandonará su pretensión en aras de la necesaria unidad indispensable para derrotar al enemigo.
Dirán entonces, bueno, pero con ese caudal de los siete millones, puede quedar adelante en la primera vuelta, pero ya en la segunda perdería, es ahí en donde como dice mi contador, cuando “la burra tumba a Genaro”, pues, si no se logra la unidad de la oposición antes de la primera vuelta, si a esa llegamos fragmentados como es de suponer estamos ahora, va a ser muy difícil detener la avasalladora maquinaria electoral de la izquierda, quienes con todo el recurso disponible (ese que no se han gastado, no pagando ni educación, ni defensa, ni salud) harán cualquier cosa, tenga o no mérito penal, para aceitar el engranaje (ya lo hicieron, ya lo probaron, haciéndolo ya ganaron, así que repetirlo es tarea fácil) para lograr su triunfo; peligro enorme, el asunto está en que la oposición al régimen actual debe mostrarse unida y sólida desde ya, con una seria propuesta de recuperar al país que de hecho estamos perdiendo, con la seria y contundente decisión de exterminar a los grupos rebeldes, con la prudente pero determinada decisión de adelgazar el estado, con todo lo que eso acarrea, con el rigor insobornable de administrar los recursos del estado, vigilando su correcta inversión, evitando a toda costa la gangrena de la corrupción, y lo más complejo pero indefectible, demostrarle a la gente, que un régimen opuesto al actual, va a producir ingentes beneficios al pueblo, esto último hay que hacérselo saber, hay que hacérselo entender, comprender y convencer a los votantes de que esa es la mejor opción y que seguir apoyando la propuesta del actual gobierno, solo nos llevará mas temprano que tarde, al descalabro social y económico absoluto, solo vasta conque miremos a nuestros vecinos venezolanos.