Camilo Cifuentes volvió a robarse el corazón de los colombianos con un nuevo gesto solidario en Medellín. En un video que rápidamente se viralizó, el influenciador protagonizó un emotivo diálogo con un adulto mayor que trabaja como vendedor ambulante. La escena, sencilla y espontánea, refleja la esencia de su labor: transformar la vida de otros a través de pequeños actos de bondad.
El encuentro comienza con una petición humilde. “¿Usted me podría regalar una galletita? Es que tengo un hambre”, dice Cifuentes al acercarse al vendedor. El hombre, sin dudarlo, le ofrece un rollo y hasta aguapanela, respondiendo con generosidad: “Con mucho gusto de los regalos”. Su disposición a compartir lo poco que tenía sorprendió a todos.
En medio de la conversación, el adulto mayor incluso asegura que podría darle su silla si fuera necesario. La respuesta de Cifuentes es inmediata: acepta la merienda, pero al mismo tiempo le entrega dinero, provocando la reacción emocionada del hombre. “Ay, qué bello es. Gracias al Señor. Bendición de Dios”, repite conmovido mientras sostiene las manos de quien acababa de darle una sorpresa inesperada.
Las imágenes muestran cómo la gratitud y la solidaridad se funden en un momento único. El abuelito insiste en que no era necesario pagar, pues lo hacía de corazón, mientras Cifuentes reafirma su intención de ayudar: “Yo le voy a dar esta platica”. Al final, entre sonrisas y palabras de bendición, comparten un almuerzo que simboliza la unión y la esperanza.
Camilo Cifuentes ha construido su reconocimiento en redes sociales con este tipo de acciones. Su frase “yo afán no tengo” se ha convertido en un emblema de su estilo de vida: actuar con calma, empatía y sin esperar nada a cambio. En cada video, busca que el protagonista no sea él, sino la historia de quienes luchan día a día por salir adelante.
El caso de Medellín es una muestra más de cómo gestos sencillos pueden generar un impacto profundo. En un contexto marcado por la indiferencia, la acción de Cifuentes recuerda que la verdadera grandeza está en compartir, en mirar a los ojos al otro y en reconocer su dignidad. Su ejemplo inspira a miles a creer en la solidaridad como un camino posible para construir un país más humano.